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81_Tú, otra vez.

Suspirando, Mónica levantó una mano y golpeó dos veces en el techo del carruaje.

El lacayo abrió la puerta y les ayudó a bajar del vehículo.

—Vamos —dijo Mónica, subiendo los escalones frontales del hermoso edificio.

Amethyst la siguió sin mirar mucho a su alrededor, adormilada por el sueño y no ...