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Maldita chica, maldita sea

La máquina de café preparaba la bebida, dispensando el líquido marrón caliente en una taza. Leah estaba de pie, con los brazos en jarra, mientras esperaba que su bebida estuviera lista. Cuando el líquido alcanzó el nivel deseado, apagó la máquina, tomó la taza y se sentó en el taburete junto al most...