Read with BonusRead with Bonus

¿La verdad? ¿Quizás?

Corrí de vuelta por las escaleras hasta donde lo había dejado, pero no estaba allí. Una oleada de pánico me golpeó al no poder verlo. Asustada, miré a mi alrededor. Entonces me di cuenta. No podía verlo, pero podía olerlo, y su embriagador aroma me llevó a la oficina de mi padre.

Mientras pasaba ju...