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Sandro, ¿un monstruo?

Arabella gimió cuando Sandro la empujó hacia la puerta. Él la sujetó por la nuca mientras la besaba profundamente. Gimiendo, su mano se enredó en su cabello y ella hizo una mueca cuando él mordió su labio.

Tirando de la parte superior que ella llevaba puesta, sus ojos se quedaron en sus gemelos glo...