Read with BonusRead with Bonus

Aléjate de mis hombres

Blaze entró en la habitación. Se quedó junto a la entrada y frunció el ceño al ver el cuerpo tembloroso de Arabella.

La escuchó sollozar cuando llegó al pie de la cama, y le tomó la mano.

—Oye.

Arabella se estremeció y, de manera instintiva, apartó su mano de un golpe.

Tan pronto como sus ojos se en...