Capítulo uno
Alexandria
Mientras me preparo para otro glorioso día en la escuela, solo desearía NO tener que ir en absoluto, pero sé que necesito terminar la escuela. Odio la escuela, desearía poder terminarla ya, pero afortunadamente este es mi último año y no tendré que soportarla por mucho más tiempo.
Mientras me preparo para la escuela, encuentro mis jeans negros ajustados favoritos que abrazan mis curvas justo como me gusta. No soy una chica grande, pero tampoco soy súper delgada; tengo un trasero de buen tamaño y encuentro mi camiseta sin mangas gris que se ajusta perfectamente a mi pecho. Tengo un pecho más grande que la mayoría, muchas de las otras chicas en la escuela son más pequeñas y siempre hacen comentarios sarcásticos sobre cómo los míos son falsos y cómo me los hice para llamar la atención de todos los chicos, pero los míos son tan naturales como pueden ser. Mientras termino de prepararme para la escuela, encuentro el toque final para mi atuendo, que sería mi sudadera con capucha favorita. También logro encontrar mis zapatos Converse de color rosa fuerte.
Normalmente, haría algo con mi cabello, pero hoy simplemente quiero dejarlo suelto. Mi cabello es largo, hasta la parte baja de mi espalda y completamente liso, y de un rubio muy claro, casi como rubio platino, pero tiene algunos tonos más oscuros y casi parece que tengo reflejos bajos en todo el cabello. Realmente amo mi cabello, diría que es mi cosa favorita de mí misma.
Pero bueno, volviendo a por qué odio tanto la escuela. Simplemente no puedo soportar la forma en que las chicas desagradables de la escuela me miran. Trato de mantenerme al margen y ocuparme de mis asuntos, pero ya sabes cómo pueden ser las chicas en la escuela, especialmente cuando piensan que son las reinas. Pero así es la vida en la secundaria, ¿verdad? Bueno, supongo que será mejor que me vaya antes de llegar tarde.
Mientras bajo las escaleras hacia la cocina para tomar un bocado rápido, escucho a mis padres en la cocina. Logro escuchar susurros y algunos comentarios sobre mi cumpleaños.
—Su cumpleaños se acerca.
¿Qué demonios están hablando? ¿Estarán planeando algo para mi cumpleaños? Tendré que detener eso, no quiero ningún tipo de fiesta, solo quiero que mi cumpleaños sea como cualquier otro día, pero como es mi decimoctavo cumpleaños y ese es el día en que encontraré a mi compañero, mis padres lo harán un gran evento.
Mientras me apoyo contra la pared justo fuera de la cocina, aguzo mis oídos para ver si puedo captar algo más, pero parece que han dejado de hablar, tal vez me sintieron cerca.
—Hola mamá, hola papá, ¿qué pasa?
—Oh, hola cariño, ¿cómo dormiste? —Mi mamá es la primera en saludarme cuando entro en la cocina.
—Bien, solo iba camino a la escuela, pero quería tomar un bocado rápido antes de salir.
Papá se acerca a mí y me entrega un burrito y un café.
—Buena idea, hice tu burrito con todos tus ingredientes favoritos.
—Gracias, papá, solo agregaré un poco de azúcar a mi café y me iré.
Después de tomar mi café y burrito, me dirijo a la puerta principal.
—Adiós chicos, que tengan un buen día, los veré después de la escuela.
—Adiós, cariño.
Mis padres dicen juntos mientras mi papá también se dirige a la puerta y mi mamá se dirige a la cocina para ordenar.
Mientras me dirijo a mi coche en la entrada, escucho un coche que pasa justo frente a mi casa. Me giro y miro hacia la carretera principal, veo un BMW i8 negro con detalles blancos y, al no poder ver quién está dentro debido a que las ventanas están completamente tintadas, asumo que, dado que es un coche tan bonito, debe ser nada más y nada menos que James Benton, el chico más popular de la escuela. Es un idiota; piensa que solo porque su padre es el Alfa de la manada y él va a ser el futuro Alfa, puede hacer lo que quiera y comportarse como quiera.
Diosa, no puedo esperar a la graduación, va a ser genial poder dejar este pueblo y encontrar mi camino, alejarme de James y sus seguidores y de la reina abeja, Jackie. Ella es tan mala como James, tal vez porque están juntos desde el segundo año. Para cuando llego a la escuela, tengo justo el tiempo suficiente para llegar a mi casillero y rápidamente agarrar mis libros para la primera clase. Pero, para mi sorpresa, me detiene Jackie y su grupo de aspirantes.
—Miren quién es, chicas, es la enana gorda Allie.
No soy exactamente baja, pero soy más pequeña que muchas de las otras chicas con las que voy a la escuela. Ser de 1.57 metros no es tan bajo, pero cuando todas las otras chicas miden 1.65 metros o más, parecen pensar que si eres más baja que la mayoría, debes ser algún tipo de desecho de la manada o algo así, y no ayuda mucho cuando todas las chicas altas y delgadas que parecen ramitas te llaman gorda, lo cual estoy lejos de ser. Solo tengo un trasero grande y soy un poco más voluptuosa en el área del pecho que la mayoría de las chicas, pero todas parecen pensar que soy gorda. Solo trato de no dejar que me afecte.
—Mi nombre es Alex, no Allie, ¿y qué quieres, Jackie?
—Solo quiero asegurarme de que sepas mantenerte en tu lugar, perra, y que te mantengas alejada de James.
—Genial. ¡Entendido! ¿Puedo irme ahora?
—¡No! ¿Me estás dando actitud ahora? ¿Estás tratando de desafiar a tu futura Luna?
—¿Hablas en serio? Me importa un bledo ser Luna, ni siquiera quiero a James, y aunque quisiera ser Luna, no sería con James.
—¿Eres estúpida? ¡Mejor cuida tu actitud, rara! ¡Y mantente alejada de James! ¡ÉL ES MÍO!
—Bien. Genial. No me importa.
Pongo los ojos en blanco y me hago a un lado para caminar alrededor de ella y sus seguidoras. Justo cuando estoy a unos pasos de mi casillero, tropiezo con algo y caigo justo frente a nada más y nada menos que James y su grupo de amigos. Mi mochila se desliza hasta sus pies y lo escucho reírse con sus amigos. Cuando levanto la vista y veo que tiene una sonrisa burlona en su rostro, mira a su alrededor y luego me mira a mí.
—Parece que necesitas ayuda para aprender a caminar.
No tengo palabras para responder, así que simplemente me levanto del suelo y me doy la vuelta para alejarme. Mientras me giro para rodearlo a él y a sus amigos, escucho un murmullo y todos se ríen como si fuera el mejor chiste que hayan oído. Cuando me vuelvo para fulminar con la mirada a James, él solo está allí parado mirándome. Pero continúo mi camino hacia mi casillero y cambio mis libros. Mientras estoy en mi casillero, siento que alguien se acerca por detrás y me envuelve en un abrazo, y no puedo evitar sonreír porque sé exactamente quién es esta persona, y me siento mucho mejor sabiendo que ella está aquí conmigo para soportar todo este infierno de la escuela.