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14__La presa del lobo blanco

Raiden se removió en su cama, frunciendo el ceño de inmediato al despertar. Maldita sea, todo lo que hacía estos días era fruncir el ceño.

Por culpa de ella.

Con una mano, apartó las sábanas de su pecho desnudo. Era hora de levantarse y averiguar qué hacer con su visitante no deseada. Después de lo...