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Dos curados, cinco rotos

Un Mes Después

—¡Oye! No le des patadas en la cabeza a tu padre. ¡Es de mala educación! —dijo Cayden, moviendo el dedo hacia el estómago de Anastasia mientras estaban en la nueva guardería. Sintiendo otra patada en la cabeza, resopló y puso las manos en las caderas—. Estoy inclinado a creer que a...