Lobos de Ciudad

Capítulo 40

Otoño

Me desperté con el sonido del teléfono de Oliver, mientras él dormía con la boca abierta. Sus colmillos estaban fuera y roncaba suavemente acostado de espaldas. Estaba apretada en su abrazo. Me tenía envuelta con uno de sus grandes brazos, pero logré estirarme sobre él y agarrar su teléfono.

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