Capítulo 4
Emily POV
Ha pasado una semana desde que llegué a París. Una semana maravillosa de relajación y de ir a la discoteca cada noche. Esta noche es mi última noche aquí en París y creo que es hora de hacer algo grande. Nunca me he sentido tan libre en mi vida.
Entro en el Night Owl, una discoteca que he estado visitando las últimas dos noches, y me dirijo directamente al camarero.
—¿Puedo tener vodka con lima, por favor? —El camarero solo asintió y volvió segundos después con mi bebida.
Me doy la vuelta y veo una cara que me resulta familiar. Creo que lo he visto antes. Sus ojos están escaneando la sala cuando se posan en mí. Su sonrisa dice que él también me reconoce.
Empieza a caminar hacia mí. Su sonrisa nunca desaparece de su rostro. Casi parece que está tramando algo.
—Vaya, no pensé que te volvería a ver. —Le di una sonrisa mientras intentaba recordar cómo lo conocía.
—No quiero sonar insensible, pero ¿te conozco? —Lo miro confundida mientras él empieza a reír.
—Ni siquiera me ofende. El día que nos conocimos parecía que habías tenido un día bastante duro. Mi nombre es Jason Turner. Nos conocimos hace una semana en un callejón. Estabas llorando y te llevé a una cafetería. —Siento el rubor subir por mis mejillas. Esperaba no volver a encontrarme con la persona que me vio en mi peor momento.
—Mi nombre es Emily Miller. Gracias por la amabilidad que me mostraste ese día. Para ser honesta, estaba teniendo un día bastante difícil. —Le di una sonrisa amable.
—Sí, escuché algunas de las conversaciones que tuviste con esa señora. Me senté en una mesa no muy lejos de ti. Siento mucho lo que te pasó. ¿Por qué no te sientas conmigo y charlamos un poco? No sobre tu esposo infiel, claro.
Así es como comenzó la noche. Hablamos sobre nuestras vidas y cuáles eran nuestros planes para el futuro. A mitad de la conversación, el hermano de Jason se unió a nosotros. Este era el epítome de un hombre sexy. Solo mirarlo me hacía babear y me dolía la entrepierna. Nunca me había sentido tan atraída por un hombre antes.
Los tres seguimos bebiendo más y más.
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Me despierto con el sol en mis ojos y eso me confunde. No recuerdo que mi cama estuviera justo frente a mi ventana.
Intento levantarme, pero una mano alrededor de mi cintura me lo impide. Me congelo de miedo al darme cuenta de lo que pasó. Miro por encima de mi hombro y me sorprendo con lo que veo.
Esperaba ver a Jason detrás de mí, pero era Mason quien estaba en la cama conmigo. Estaba en la cama con el hermano de Jason.
Intento levantarme lo más silenciosamente posible. No quería despertar a Mason y estar aún más avergonzada de lo que ya estoy.
Prácticamente salí corriendo de la habitación tan rápido como pude después de vestirme.
No puedo creer que tuve una aventura de una noche. Todavía estoy casada.
Cuando me dirigí por el pasillo, me di cuenta de que estamos alojados en el mismo hotel. Mason debe estar forrado, ya que está en el último piso.
Mirando mi teléfono, veo que es hora de hacer el check-out. Mi avión sale en menos de tres horas.
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Mason POV
Jason me llamó y me pidió que lo encontrara en una de las discotecas que posee aquí en París.
Jason vino a París hace casi cinco años con la esperanza de alejarse de mi padre. Hemos sido fiesteros desde que terminamos la secundaria.
Ser los dos solteros más codiciados de Londres tiene sus propios problemas. Nunca sabes si la persona te quiere por ti o si solo está detrás de tu dinero.
Entro en el club y me dirijo al reservado VIP donde Jason y yo siempre nos sentamos.
Jason ya está allí con una dama. Vaya, eso fue rápido. Lo único que me llama la atención es que no hay tensión sexual entre ellos. Están hablando como amigos.
Me siento y miro a esta mujer. Su belleza es como ninguna que haya visto antes. Sus ojos marrones son casi de color caramelo. Siento una atracción hacia ella que nunca supe que era posible en mis treinta y cinco años en este planeta.
Decidí unirme a la conversación. Cuanto más beben ellos, más bebo yo. Finalmente descubrí que su nombre es Emily.
La forma en que nos habla me hace darme cuenta de que no tiene idea de quiénes somos y eso es refrescante.
Emily se levantó y dijo que iba al baño. Aproveché ese momento para preguntarle a Jason quién es ella.
—¿Recuerdas que te conté sobre la mujer que encontré llorando en Sudáfrica? Bueno, ella es esa mujer. —Lo miro sorprendido.
—¿Qué está haciendo aquí? ¿Te está siguiendo? —pregunto angustiado.
—No, no me está siguiendo. La escuché decirle al dueño de la cafetería que iba a hacer su viaje de aniversario sola. Nunca dijo a dónde iba, pero ahora lo sé.
—Entonces, déjame ver si entiendo bien, encontraste a una mujer en la calle llorando, así que la ayudaste. Después de ayudarla, ¿escuchaste su conversación?
—Sí, algo así.
Le di la mirada de «esto no ha terminado» cuando Emily se volvió a sentar.
Esa noche descubrí que Emily es una mujer dulce. Parece tan inocente, pero la forma en que coquetea conmigo no tiene nada de inocente. Cuanto más la conozco, más me doy cuenta de que quiero tenerla en mi cama.