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#Chapter 58 No será un espectáculo bonito cuando regresen.

El viento se calmó para cuando llegó la noche. Doris se trasladó a una cabaña junto a la de Enzo; no se atrevía a volver a la que había dejado ensangrentada. Le dejaron un vestido de terciopelo rojo grueso sobre la cama y supuso que era para la luna llena de esta noche. No tenía ganas de verse bien,...