Read with BonusRead with Bonus

CINCUENTA Y OCHO

CELESTIA

Hice que Alec me llevara unos kilómetros lejos de la famosa franja de Las Vegas mientras seguía la navegación discretamente en mi teléfono. Una o dos veces, pudo haber dudado de la ruta al echar un vistazo por el espejo retrovisor, pero la constante seguridad hizo el truco.

Me pregunta...