Read with BonusRead with Bonus

68. SE REVELA EL SECRETO

SOPHIA CASTILLO

—¡Dios mío! —escuché el jadeo de Annabella.

Levanté la cabeza para ver que me estaba mirando a mí, luego a su teléfono, y de nuevo a mí y a su teléfono, y me pregunté la razón de sus acciones.

—Debo estar viendo mal o no —se dio una ligera bofetada en la mejilla como si intentara ...