¡Cállate, Ashley!
Sophie se sienta en la parte superior de las escaleras. Está aburrida, pero como le hizo una promesa a Logan, decide quedarse en su lugar, esperando que él cambie de opinión en cualquier momento.
Cancela los ruidos fuertes de los silbatos, las animadoras y el choque de los jugadores de fútbol con sus auriculares, encendiendo su lista de canciones favoritas en Spotify y leyendo el siguiente capítulo de 'Rosa Blanca'.
Steven mira hacia las gradas donde está sentada Sophie y sonríe, dándole una palmada en el hombro a Logan mientras se agrupan alrededor del entrenador.
—¡Oye, amigo! Parece que tienes una nueva fan en esas gradas este año —lo burla, haciendo que el resto de los chicos miren y empiecen a silbar.
—¡Está bien, está bien! —llama el entrenador Mitchell, haciéndolos callar.
—Dejen a Logan en paz. Además —dice golpeando ligeramente el casco de Logan—, ya era hora de que Logan tuviera la oportunidad de salir con una chica agradable. ¿Verdad, Logan? —Todos silban y se ríen murmurando por el campo junto con el entrenador. La cara de Logan se pone roja como un tomate, mientras mira severamente al entrenador y al resto.
—¿Entrenador? ¿En serio, usted también? ¡Vamos ya! Ella solo está esperando para que trabajemos en un proyecto juntos. Eso es todo.
—Está bien, hijo. Solo, no hagas nada que yo no haría, ¿ok? En realidad, me gusta Sophie, así que no la arruines —El entrenador le guiña un ojo y golpea su bloc de notas, advirtiendo a los demás que se tomen la práctica en serio, o los dejaría en el banquillo para su primer juego en solo dos semanas.
Logan suspira, con las manos en las caderas y la cabeza baja, mirando a Sophie de reojo.
—Vamos, príncipe azul, pon tu cabeza en el juego antes de que el entrenador te deje en el banquillo. Lo cual, en realidad, funcionaría a mi favor si quieres que te reemplace como capitán —Steven lo burla, haciendo que Logan le dé un puñetazo en el brazo.
—¡Cállate! ¡Sal al campo, maldito receptor! —Steven se ríe y corre hacia el extremo lejano del campo para alinearse con el resto de su equipo.
Lentamente, Logan se dirige hacia allí y no puede evitar mirar de nuevo a Sophie mientras ella sigue leyendo en el banco donde está sentada, sonriendo y asintiendo con la cabeza.
Amber se detiene para tomar un descanso de agua de su práctica, y aunque Sophie se aseguró de sentarse al otro lado del campo donde estaban practicando, Amber se toma la cortesía de caminar hasta saludarla.
El teléfono de Sophie vibra y rápidamente lo agarra, lo desbloquea con su huella digital y ve un mensaje de su madre.
—¡Hola, cariño! Papá y yo vamos a salir a cenar esta noche. Probablemente volvamos tarde. Te dejamos lasaña en el refrigerador. Llega a casa segura, ¿ok? Te quiero, cariño.
Ella responde rápidamente con una sonrisa. Siempre ha admirado el amor y el afecto que sus padres tienen el uno por el otro.
—Trabajando en un proyecto con otro estudiante en su casa después de la escuela. Llegaré a casa pronto. ¡Los quiero! Diviértanse y no se preocupen por mí. Estaré segura.
Presiona enviar y su música vuelve a sonar con la canción 'Circles' de Post Malone, sin darse cuenta de su entorno mientras agarra su libro de nuevo y comienza a leer la siguiente frase.
Amber le arrebata el libro y la mira con frustración.
—¡Oye, chica nerd! ¿Qué haces aquí?
Aunque se sorprendió, no está ni cerca de tener miedo o sentirse intimidada por Amber, así que cruza los brazos sobre su pecho y espera a que Amber continúe con su perorata.
—¿Ahora eres muda, Sophia? Te hice una pregunta.
—Te escuché fuerte y claro. Simplemente no tengo la paciencia ni el deseo de discutir contigo, ¿ok? Ahora, ¿por qué no me devuelves mi libro y vuelves a tus asuntos? —Amber entrecierra los ojos y cruza los brazos.
—¡No creas que no me he dado cuenta! Ahora que Logan y yo terminamos, no perdiste tiempo en hacerle un movimiento. Pero solo para que sepas, puedo recuperarlo cuando quiera. ¿Entendido? —Sophie frunce el ceño, agradecida de haberse sentado en las gradas de espaldas al sol y en una parte sombreada. El sol golpea a Amber donde está parada, y gotas de sudor se mezclan en su piel.
Sophie se ríe en silencio y se ajusta las gafas de lectura con el dedo índice. Como le había dicho su doctor, tomaría tiempo acostumbrarse a ellas. Había ido al baño y se las había quitado por el resto del día.
—¡Primero! Ni siquiera sabía que tú y Logan habían terminado. ¡Segundo! No estoy interesada en él. ¡Tercero! Me importa un bledo si ustedes dos vuelven o nunca se hablan de nuevo. Eso es asunto tuyo. Y cuarto, y más importante, no me importa lo que pienses de mí. ¿Ok? Así que, ya sea que decidas seguir saliendo con Logan, o con cualquiera, o con TODOS los demás jugadores de fútbol, ¡esa es tu elección! Ahora, devuélveme mi libro y déjame en paz.
Extiende su mano y Amber está lista para responderle.
—La escuchaste, Amber. Devuélvele su libro —Troy sube las gradas detrás de Amber, sorprendiéndola. Ella sonríe y mira a Troy de arriba abajo.
—Hola, Troy. Te ves muy bien de negro. ¿Te lo había dicho alguna vez? —Amber comienza a coquetear con Troy y tanto Sophie como él se ríen.
—Sin ofender, Amber. Pero no eres para nada mi tipo —Troy explica mientras le arrebata el libro a Amber y se lo devuelve a Sophie, dándole un beso en la mejilla.
—¡Hola, nena! —Se sienta junto a ella, coloca su mochila en el suelo y la abre, sacando una botella de refresco para él y otra para Sophie.
—Oh, gracias, T. Estaba haciendo mucho calor aquí —Sophie sonríe abriendo la soda y tomando grandes sorbos de la botella.
—De nada, cariño. Cualquier cosa por mi mejor amiga —Mira a Amber, que todavía está parada frente a ellos, furiosa y echando humo.
—¡Oh, Amber! Olvidé que todavía estabas ahí. ¿Podemos ayudarte con algo más? —Troy la mira con un ojo entrecerrado y la cabeza ligeramente inclinada.
—¿Cómo puedes ser amigo de esta... esta...?
—¡Cuidado, Amber! Ella es más mujer y más de todo lo que tú jamás serás. Ahora, a menos que quieras meterte en problemas por hacer esperar a tu equipo, te sugiero que te vayas, querida —Él sonríe y le guiña un ojo.
Amber mira hacia atrás y se da cuenta de que su entrenador la está mirando con enojo desde el otro lado del campo, molesto porque ha tardado demasiado en regresar de su supuesto descanso de agua.
—¡Lo que sea! Los perdedores se juntan con perdedores, y tú, Sophia, ¡siempre serás una perdedora!
—¡Prefiero ser considerada una perdedora que una matona, muchas gracias! —Sophie arruga la nariz y sonríe.
El equipo se reúne alrededor del entrenador Mitchell mientras les da una charla final de motivación y da un último silbatazo para dar por terminada la práctica de hoy.
Rápidamente corren hacia los vestuarios para ducharse y cambiarse.
Sophie y Troy los ven salir de los vestuarios uno por uno. Dylan sale y les saluda con la mano. Rápidamente guardan sus pertenencias y Troy se pone de pie, extendiendo su mano hacia Sophie.
—Muy bien, nena. Aquí es donde te dejo. ¿Estás segura de que estarás bien yendo con Spencer sola a la guarida del león? Siempre puedes dejarlo y venir con nosotros de compras antes de ir a mi casa a saludar a mis padres.
Sophie se ríe y se pone de pie, colgándose la mochila en la espalda.
—¡Ya veo lo que estás haciendo! Estás tratando de evitar hablar con ellos tú solo. Troy, ¡tú puedes hacerlo! Pero si necesitas que esté allí, le diré a Logan que podemos reunirnos mañana. Quiero estar allí para ti —Sophie sonríe y le aprieta suavemente el brazo.
Troy la mira con preocupación en sus ojos y suspira profundamente. Dylan se acerca a ellos. La abraza y le susurra al oído, sin estar seguro de querer que Dylan sepa que es gay en este momento.
—Está bien, cariño. Ve y diviértete trabajando en tu proyecto. Tienes razón, tengo que hacer esto solo. Es hora de que sea honesto con mis padres. Si me aceptan, ¡genial! Si no, entonces supongo que por eso he tenido tanto miedo de decírselo todo este tiempo. De cualquier manera, es hora de decírselo.
—¿Estás seguro, Troy? Puedo ir contigo. No me importa, ¡honestamente!
—¡Y por eso eres mi mejor amiga! Pero no, yo puedo con esto, Soph —Le da un beso en la mejilla y se gira, dándole a Dylan un choque de manos.
—¡Hola, chicos! —Dylan los saluda a ambos, pasando junto a Troy después de su choque de manos, y besa a Sophie en la mejilla.
—¡Hola, guapa! —Ella sonríe y lo abraza de vuelta.
—Hola, Dylan —Ella sonríe y los mira a ambos.
—¿Listos para irnos? —Dylan empuja a Troy en el brazo con su codo y Troy sonríe.
—Sí. Tan listo como siempre —sonríe, sus ojos azules llenos de emoción y un montón de nervios.
—Ok. Nos vemos mañana, cariño —Dylan dice mientras ambos bajan las escaleras y desaparecen girando por los escalones y saliendo por la puerta lateral.
Ella los mira pasar, desviando su mirada hacia los vestuarios, y ve a Logan salir con Steven y Carter, con su bolsa de deporte y mochila sobre el hombro. Su casco y hombreras colgando al lado de la bolsa.
Se despiden, y Sophie suspira mientras baja los escalones.
—¿Lista? —le pregunta Logan mientras saca las llaves de su bolsillo del pantalón y Sophie de repente se pone nerviosa.
—¡Mhm! —frunce los labios y asiente una vez, mirando más allá del resto de los chicos mientras todos los observan caminar juntos hacia su coche.
Él presiona el botón, desbloqueando su coche y apagando la alarma. Sus faros se encienden y los seguros de las puertas se levantan.
Presiona el botón del maletero y deja caer su bolsa de deporte y mochila dentro con un golpe.
—¿Quieres dejar tu mochila aquí atrás para que tengas más espacio para las piernas?
—No, gracias. Prefiero tenerla conmigo.
Él se ríe y asiente con la cabeza.
—Soph, no le va a pasar nada a tu mochila si la dejas aquí atrás. Y no planeo robar nada de ahí mientras conduzco.
—Dije que la tendré conmigo. ¿Podemos irnos ya?
Él agarra su teléfono al sentirlo vibrar; desliza el dedo por la pantalla y presiona su contraseña para desbloquearlo.
Lee un mensaje de Ashley: «¡Oye, perdedor! Mamá dice que me compres algo de comer. Está atrapada en una reunión con papá en el hotel. Quiero una hamburguesa de Rally's con todo, no olvides los pepinillos extra esta vez». Rueda los ojos al terminar de leer el mensaje de su hermana y está a punto de guardar su teléfono en el bolsillo cuando vuelve a vibrar.
«Ah, y papas grandes con un Dr. Pepper grande. Gracias, hermano. Te quiero».
Él se ríe y asiente con la cabeza.
—¿Algo más, su alteza? —responde y envía el mensaje.
Inmediatamente recibe una respuesta: «Bueno, a menos que puedas comprarme un coche, entonces no. ¡Y apúrate, me muero de hambre!».
Rueda los ojos y mira a Sophie, quien lo observa con curiosidad. Él se aclara la garganta y abre su puerta.
—¿Vas a subir o qué? —dice mientras se mete y cierra la puerta.
Enciende el motor de su Challenger, se escucha un rugido fuerte del motor y Sophie suspira, abriendo la puerta y subiendo.
—No te preocupes, llegaremos en un momento —dice mientras retrocede y comienza a conducir.
Sophie lo mira con furia mientras se abrocha el cinturón de seguridad.
—¿Qué? ¿Por qué me miras así? —dice levantando una ceja.
—Ponte el maldito cinturón de seguridad, Logan —le lanza una mirada fulminante y cruza los brazos sobre el pecho.
—¿Qué? —responde asombrado.
—¡Dije que te pongas el cinturón de seguridad! —dice mientras él se detiene para girar. Él se ríe y la mira.
—¡Sí, mamá! —la burla mientras agarra el cinturón de seguridad y se lo pone.
—Gracias —ella sonríe y se acomoda en su asiento.
Él se aleja y se detiene al entrar en el autoservicio de Rally's Burgers.
—Espero que no te importe. Mi hermana tiene hambre y mi mamá está atrapada en una reunión. Necesito conseguirle algo de comer. ¿Quieres algo? —sonríe mientras espera que el coche de enfrente termine de hacer su pedido.
—No, estoy bien —responde Sophie mientras su estómago gruñe.
Él se ríe y se acerca al intercomunicador.
—¡Sí! Ya lo veo —dice mientras baja la ventana y saluda a la chica en el intercomunicador.
Su cara se pone roja brillante mientras el gruñido en su estómago se suaviza. Ahora se arrepiente de no haberse permitido tiempo para terminar su almuerzo más temprano hoy.
Él avanza, paga la comida con su tarjeta y se va después de recibir su pedido.
Ella se sobresalta al ver el portavasos con los tres vasos de refresco dentro mientras él hace un giro rápido al salir del autoservicio.
—Oh, Dios mío, Logan, si derramo estos refrescos en tu coche, ¡te voy a tirar todo el hielo sobrante por la camisa! —Él se ríe mientras se detiene de repente.
Él estaciona su coche y apaga el motor frente a su casa. Camina alrededor para ayudar a Sophie a salir del coche mientras sostiene la bolsa con la comida. Ella agarra su brazo y sostiene el portavasos con los refrescos en su otra mano.
—¡Ya era hora, perdedor! —Ashley baja corriendo las escaleras, abriendo la puerta de par en par. Sus ojos se agrandan y sonríe al ver a Sophie junto a Logan.
—¿Sophie? ¡Oh, Dios mío! Nunca pensé que te vería en mi casa —sonríe y abraza a Sophie, casi haciendo que se le caigan las bebidas.
—Hola, Ashley. ¿Cómo estás?
—Bien. ¿Vino Aaron contigo? —Sophie sonríe. Su hermano menor Aaron y Ashley van a la misma escuela y comparten varias clases.
—No. ¡Lo siento, Ash! Está en casa. Creo. No estoy segura, para ser honesta, le gusta salir a comer con sus amigos después de la práctica de fútbol —se ríe y saca su mochila del asiento.
—Vamos. Podemos sentarnos juntas y comer mientras Logan se baña. Sin ofender, hermano, pero siempre llegas apestando después de la práctica —ambas chicas se ríen, haciendo que Logan ponga los ojos en blanco mientras saca su bolsa de deporte del maletero junto con su mochila.
—¡Ja, ja! ¡Cállate, Ashley! O me comeré tu hamburguesa y la mía antes de irme a duchar primero —ambas se ríen y suben las escaleras de su casa seguidas por Logan.
Ambas chicas comienzan a comer de inmediato mientras Logan se ducha. Vuelve rápidamente para unirse a ellas con una camiseta blanca de cuello en V, pantalones de chándal grises y calcetines.
Se sienta frente a las chicas, sacando su hamburguesa y papas fritas de la bolsa para comer.
—Entonces, Logan, Ashley me estaba diciendo que tienes varios cuadernos de dibujo con bocetos que vas a enviar a la universidad a la que estás aplicando. ¿Es cierto? Pensé que ibas a optar por una beca de fútbol —los ojos de Logan se agrandan y mira a Ashley con una mirada de advertencia.
Ashley baja la cabeza, dándose cuenta de que esto era algo que ni siquiera su mamá y papá sabían aún.
Él se aclara la garganta y traga un sorbo de su refresco.
—Umm, sí, en realidad. Estoy pensando en hacer una doble titulación. Me estoy inscribiendo en artes, así como en derecho. Quiero ser abogado algún día —le dice, sin querer apartar la mirada de ella.
Su cara se sonroja y agarra su bebida, sorbiendo el refresco, las burbujas le hacen cosquillas en la nariz y la hacen estornudar.
—Salud —dicen Logan y Ashley al unísono.
—Gracias —Sophie sonríe, sintiendo un poco de incomodidad en el aire.
—Sabes, Logan. Deberías mostrarle los dibujos que hiciste de e...
—¡Cállate, Ashley! —la advierte, pateándola por debajo de la mesa.
—¡Ay! ¡Eso dolió, imbécil!
—¡Cállate! —Logan la mira con furia y Sophie se ve confundida entre los dos.
—¿Por qué? ¿Por qué no quieres decirle a Sophie que la dibujaste? Son tus mejores dibujos. Por eso estás enviando algunos para tu entre...
—¡Ashley, dije que te calles! —le grita y se levanta, caminando hacia su habitación.
—¿De qué se trataba todo eso? Ashley, ¿de verdad me dibujó? ¿Por qué me dibujaría? —Sophie la mira confundida.
Ashley rueda los ojos y sorbe su refresco.
—Oh, por favor, Soph. ¡Mi hermano ha tenido un flechazo contigo desde hace siglos! Solo salió con Amber porque tú ni siquiera le hablabas...
—¡Cállate, Ashley! —Logan vuelve con sus libros en la mano y lápices para poner en la mesa.
—¡Cállate tú, imbécil! ¿Por qué no quieres admitirlo? No es como si tú y Amber todavía estuvieran juntos. Ella te dejó, ¿recuer...
—Ashley, lo digo en serio. Cállate o la próxima vez puedes ir a conseguir tu propia maldita comida —Ashley levanta las manos en señal de derrota y pasa los dedos por sus labios como si cerrara una cremallera.
—Entonces, Sophie, ¿vas a venir más a menudo? Porque si lo haces, ¿puedes traer a Aaron contigo? —Sophie se ríe y Logan se irrita aún más por la presencia de Ashley.
—¡Ashley! —le grita, asustándola y haciéndola saltar en su lugar.
—¡Ok, ok! ¡Adiós, Sophie! —le da un abrazo y los deja en paz, corriendo escaleras arriba hacia su habitación.
El silencio incómodo se despliega una vez más mientras él se sienta de nuevo frente a ella. Suspira, pasándose los dedos por el cabello.
—Entonces, ¿empezamos? —rompe el silencio mirándolo mientras toma un último sorbo de su bebida.
—Um, sí. Empecemos.
💞✨💞✨💞✨💞✨💞✨💞✨💞✨