Capítulo 10: Evitar a Ryan
—¿Eh?, ¿qué dijiste...? —No me hagas repetírmelo, Ryan —lo interrumpí mientras salía del coche—. No te preocupes, solo vamos a hablar —dije—. Te daré una respuesta clara y honesta, además hay algo que no te he contado sobre mí —añadí mientras abría la puerta de mi apartamento—. ¿Té o whisky? —pregunté. —Té para mí —respondió. —Igual traeré dos vasos por si cambias de opinión a mitad de la conversación —dije arqueando una ceja mientras encendía la tetera eléctrica y traía una taza—. ¿Es tan malo? —Es más bien sorprendente —dije—. ¿Está bien de limón y jengibre? —Sí —asintió.
—Entonces —dije rompiendo el silencio—, ¿qué has notado de este lugar? —¿Qué? Es un buen condominio —respondió mirando alrededor. Suspiré—. El aroma. ¿A qué te huele? —pregunté observándolo cuidadosamente. Olfateó un poco el aire y luego se detuvo. —Dijiste que vives sola, ¿verdad? —Sí. Solo yo. ¿Por qué? —Nada. Tal vez me lo estoy imaginando —dijo tomando un sorbo de su té con una expresión confusa. —¿Y si no te lo estás imaginando? —pregunté de nuevo. —Estoy confundido, ¿cómo...? —dijo apretándose el puente de la nariz—. ¿Siempre has sido una loba? —Sí —suspiré.
—Entonces, ¿por qué lo ocultaste? —preguntó ahora con un ligero tono de dolor—. Después del primer año, podrías habérmelo dicho. —La realización comenzaba a asentarse—. ¿Es por eso que evitas a todos los otros lobos que pasan por aquí? —dijo ahora asintiendo para sí mismo—. Eso explica tu capacidad de curación y tu velocidad y reflejos. —Suspiré—. ¿Por qué lo ocultaste?... ¿de mí? Suspiré, ¿de qué manada eras? —preguntó finalmente.
Cerrando los ojos, —Fénix Rojo —dije esperando una respuesta. —Y también debería mencionar que mi padre es el alfa actual y yo iba a tomar su lugar antes de irme. —Espera... ¿¡ERES SAPPHIRE BLACK!? —preguntó con puro asombro—. ¿La loba más fuerte que alguien ha conocido en los últimos 50 años? ¿Hija del segundo alfa más temido en la comunidad de lobos y ex próxima en la línea para tomar el control de la segunda manada más grande, fuerte y temida de América del Norte? ¿¡Esa Sapphire Black!? —continuó. Mientras sacudía la cabeza y se recostaba en su silla—. No puedo creerlo, he estado insinuándome y confesando mis nuevos sentimientos a LA Sapphire Black. —Vaya, Ryan, eres tan directo con eso. ¿No te da vergüenza gustar de una loba tan masculina? —pregunté.
—¿Por qué me daría vergüenza? —preguntó—. Tu fuerza no te hace masculina. Estoy orgulloso de que la mujer que admiro se gane tanto respeto, ¿quién no lo estaría? —Con un suspiro—. Bueno, para responder a tu pregunta, era mi compañero —dije mientras me servía el último trago de Jack Daniels. —¿Él...? —empezó pero se detuvo—. ¿Te rechazó? —Le conté todo lo que pasó que me llevó a dejar mi manada e incluso sobre mi alias, la Sra. Redd. Después de que terminé, dijo—. Sabes, eso no hace que me gustes menos. Para ser honesto, ahora me gustas un poco más —dijo mientras lentamente ponía su mano sobre la mía y la apretaba suavemente.
Dándole una sonrisa reservada y mirándolo a los ojos, —Enya dice que tenemos una segunda oportunidad de compañero. —Suspiré—. Ella insiste en averiguar si este Alfa es realmente nuestro compañero, así que, por mucho que quiera darte una oportunidad, no puedo.
Suspirando, —Lo entiendo, no quiero perderte como amigo, así que por favor no me evites —dice sinceramente. Asentí y respondí, —Está bien.
El día antes del evento benéfico
—Bryant, por favor, programa la reunión con Sitco International para la próxima semana —le digo a mi asistente.
—¿A las 11:30 am como de costumbre?
—Hmm, hazlo a las 12 pm y elige un lugar para almorzar, por favor. Algún lugar nuevo. Sorpréndeme, agradablemente por favor.
—Jeje, sí señora. Además, esa nueva empresa ha vuelto a contactarnos para colaborar con nosotros.
—¿Qué nueva empresa? —pregunto sin levantar la vista de mi computadora.
—Everbloom.
Pausando para mirarlo, —¿Por qué? ¿Saben algo?
—¿Que somos Wares? No, lo dudo. Nunca los hemos conocido y no asistimos a muchos eventos, así que mucha gente aún no conoce bien nuestras caras. Además, las empresas con las que hemos colaborado en estos últimos 3 años y medio son todas humanas, otros sobrenaturales o mestizos —responde.
—Hmm, Everbloom también está dirigida por Wares. No necesitan nuestra colaboración, entonces ¿por qué siguen buscándonos? ¿Dijeron por qué?
—Cuando dije lo mismo, dijeron que solo nuestra empresa podría cumplir con sus estándares para su próximo proyecto. Dijeron que nuestros estrategas y diseñadores son mejores que todos los demás con los que han trabajado. Insisten en que seríamos los mejores para dar vida a su visión. —Reclinándome en mi silla—. Por supuesto, nuestra gente es la mejor, ¿realmente hemos hecho tanto nombre en estos pocos años? —Pausando y sonriendo un poco—. Sí, Sra. Redd, definitivamente hemos hecho tanto nombre. —Cerrando los ojos—. Infórmales de nuevo que lamentablemente no podremos asistirles en este momento. —Sí señora —responde. —Bien, si eso es todo, vamos, tenemos una reunión de almuerzo con GERMS Incorporated, ¿verdad?
20 minutos después llegamos al restaurante.
—Buenas tardes, bienvenidos a Wardar’s Cuisine, ¿en qué puedo ayudarles hoy? —dijo amablemente. —Buenas tardes —respondemos Bryant y yo con sonrisas. —Estamos aquí para una reunión a la 1:30 pm en una de sus salas privadas, la reserva está a nombre de Bryant Richards —continúa. —Oh sí, lo veo aquí, reservó una de nuestras suites de negocios. Aún la están preparando para su reunión en este momento. ¿Les gustaría reservar una sala diferente hasta que esté lista? —preguntó. —Definitivamente puedo sentarlos junto a la ventana del río —dijo emocionada—. Tiene la mejor vista, aunque sigue siendo algo privada. Solo aquellos con una membresía especial pueden entrar a esa área y como son invitados del Sr. Falcone, pueden entrar mientras esperan que comience su reunión. —Oh, ¡gracias! Eso suena perfecto —dice él.
Unos 10 minutos antes de que la reunión deba comenzar, suena el teléfono de Bryant. Mirando la identificación del llamante, —Es el cliente.
Después de ponerlo en altavoz, —Buenas tardes, Sr. Falcone.
—Ah, buenas-buenas tardes, Sr. Richards, um...
—¿La reunión sigue en pie?
—¡Sí! Sí, la reunión sigue en pie, solo hay un problema con la sala, ¿le importaría si la retrasamos una hora?
—¿Sr. Falcone? —digo tomando el control—. ¿Está intentando retrasar intencionalmente esta reunión, Sr. Falcone?