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Parte veintiséis

No recordaba mucho de lo que pasó después de eso, solo una sensación de ardor constante. Sentía que nunca terminaría. Pasaron horas, días de tortura, pero no había nada que pudiera hacer para detenerlo. No podía moverme, no podía despertar, intentaba gritar pero no sucedía nada.

Cuando desperté, es...