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Capítulo treinta y cinco.

Christopher Foster.

¿Quién hubiera pensado que algún día sería padre, ya que mi infancia fue realmente una mierda? Tan pronto como escuché que iba a ser padre, una ola de felicidad me invadió, confieso que lloré en secreto después. No me gusta llorar frente a nadie, pero no pude contener mis lágrim...