Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CUARENTA

Santiago Romero.

Habían pasado dos semanas desde aquel día en que vi a mi hermosa esposa subirse al coche de ese hombre. Desde ese día me convertí en una cáscara, un cuerpo sin alma, no tengo ganas de hacer nada. Sé que ella no querría verme así, pero no puedo vivir sin ella a mi lado. «No sé cuánt...