Mi pícara Luna

Capítulo 4

RECHAZANDO A MI COMPAÑERO

PUNTO DE VISTA DE ALEXIS CLARK

No sé qué me dolió más. El hecho de que mi compañero estuviera teniendo sexo placentero con mi hermana justo frente a mí, o el hecho de que probablemente sabía que yo era su compañera desde hace un año.

Hasta donde recuerdo, él cumplió 18 el año pasado, lo que significaba que sabía que yo era su compañera, pero aún así eligió ignorar el vínculo de compañeros y estar con mi hermana.

Ahora que lo pienso, su posesividad, su protección y su cuidado hacia mí de repente tienen sentido. Era como si todas las piezas del rompecabezas finalmente encajaran en su lugar.

Parece que todo era su conciencia culpable.

¿Y ahora qué? ¿Me va a rechazar? ¿Por qué? ¿Porque soy una omega? ¿O por mi hermana? No podía dejar de pensar en ello.

Yo era la loba odiada de la manada. Nadie me quería porque era una linterna. Ahora que iba a ser rechazada por el futuro Alfa, estoy segura de que todos me odiarán más que nunca.

Y mi padre, él me mataría. Incluso el jefe del consejo no querría intervenir más si mi manada dice que fui asesinada en un ataque de renegados porque era una loba sin compañero y sin lobo.

Era débil. Eso es lo que siempre me llamaban, y tal vez eso es lo que era.

«¿Vas a dejar de autocompadecerte y terminar con esto? Yo también necesito llorar por mi compañero perdido. Ahora, con tu patético autocompadecimiento, ¿qué se supone que debo hacer? ¿Llorar por mi pérdida o consolarte?» Mi conciencia me gritó, y por una vez, no me pareció molesto. Era reconfortante.

Mi conciencia tenía razón. Ahora no era el momento de llorar y autocompadecerme por lo que no tenía. Ahora era el momento de tomar acción.

Como si hubieran olido mi aroma desde la habitación, la puerta se abrió de golpe. Y permítanme señalar que estaba apoyada contra la puerta. Sí, lo estaba. Y patéticamente hice el ridículo cuando casi caigo de culo. Si no fuera por el pomo de la puerta del que me sostuve en el último segundo.

—¿Qué haces aquí, perra?— escuché el siempre amoroso saludo de mi hermana, Brittany.

Sin embargo, esta vez, no iba a tomarme a la ligera sus tonterías. Estaba harta de esta manada. Esta manada y su gente sucia, y más importante, su alfa sucio.

No sé si fue porque estaba herida y sabía que sería rechazada o porque había un fuerte sentido de traición en mis venas, pero sentía una fuerte oleada de energía en mis huesos. Una ola de ira que nunca había sentido antes.

—No estoy aquí para hablar contigo, perra. Deberías apartarte porque si te lanzo, será doloroso— le respondí a mi hermana por primera vez, y el shock en sus ojos era visible y comprensible.

Bueno, sonaba bien incluso para mí.

Mi momento de felicidad se cortó cuando vi su mano a punto de abofetearme. Sin embargo, antes de que su mano pudiera alcanzarme, le di una patada en el abdomen y debo decir, con su cara contorsionada, debió dolerle mucho.

Además del hecho de que Brandon la estaba devorando hace unos minutos, ya debe estar sintiéndose adolorida. Bueno, eso me recuerda a Brandon.

Mirando a mi compañero, que me miraba con una cara de disculpa, quería romperle la cara pero elegí no hacerlo porque no quería ensuciarme las manos. Por su expresión, estaba claro que entendía lo que yo sabía. Sé que él es mi compañero y ha estado engañándome durante bastante tiempo.

—¿Cómo pudiste?— le pregunté la pregunta que quería hacer desde el momento en que lo vi con mi hermana.

—Alexis... tú— Brittany comenzó de nuevo. Sin embargo, no estaba de humor para su drama en ese momento.

—Cállate la puta boca— le grité, cortándola mientras me miraba horrorizada por primera vez.

Volví mis ojos a Brandon, cuyos ojos estaban tan abiertos como una pelota de fútbol, probablemente porque me veía enfrentándola por primera vez de esta manera. Bueno, ¿pensaba que iba a tomar esta traición a la ligera?

—¿Sabías que era tu compañera desde hace un año, y aun así te juntaste con mi hermana y te acostaste con ella incluso cuando yo estaba cerca?— pregunté, gritando.

—¡Dios! Eso suena tan mal. Es como si le estuvieras pidiendo que te haga a ti— mi conciencia me gritó, haciéndome rodar los ojos.

—¿Ella es tu compañera?— preguntó mi hermana, horrorizada. Miró a Brandon con incredulidad.

—Alexis, puedo explicarlo. Vamos a calmarnos primero. No es lo que quiero. Soy el futuro alfa de esta manada. La manada necesita una luna fuerte, no una...

—No una linterna. Como yo, que ni siquiera puedo convertirme en lobo y soy solo una debilucha, ¿verdad? ¿Así que de eso se trataba todo?— lo completé por él.

—Mira, no es que te esté rechazando o echándote de la manada. Aún puedes vivir en la manada. Te trataré como mi compañera. Cumpliré con todas tus responsabilidades. Sin embargo, debes entender que como alfa de esta manada, necesito una Luna fuerte— dijo Brandon, haciéndome mirarlo con los ojos bien abiertos.

¿Es este el mismo chico del que estaba enamorada todos estos años?

¿Qué tan retorcido es su pensamiento? ¿Así que necesita una Luna fuerte para la manada y para él mismo? Que indudablemente es mi hermana. ¿Qué sería yo? ¿Una amiga con derechos? ¿Una máquina de hacer bebés y satisfacer deseos?

—Vaya. Eres un alfa muy exigente, Brandon— comenté, sin creer que este era el mismo chico del que me estaba enamorando. El mismo chico que era mi compañero.

El chico al que había amado durante muchos años y con el que quería casarme.

Es cierto. Una vez que conoces el proceso de pensamiento de una persona, empiezas a odiarla.

—Te está insultando a ti y a nosotros de esta manera. ¿Y tú estás ahí parada aceptándolo? Si fuera yo, ya lo habría matado— dijo mi conciencia, haciéndome suspirar de nuevo.

Como si eso fuera posible. ¿Puede la conciencia de una persona matar a una persona viva? ¿Y encima a un Alfa?

Burlándome de mi pensamiento, miré a Brittany, que tenía una sonrisa arrogante, y luego a Brandon, que esperaba mi respuesta con una sonrisa.

Él esperaba que me rebajara tanto como él. Esperaba que aceptara todo el acoso de la manada, y ahora este arreglo vergonzoso porque era una linterna. ¿Porque no tenía un lobo?

—Bueno, me tienes a mí— interrumpió mi conciencia.

—Sabes, tu oferta es tentadora...— dije, haciendo que Brandon sonriera más mientras la sonrisa de Brittany se volvía aún más arrogante.

—Sin embargo, el hecho de que esperes que tu compañera acepte el acoso de todos junto con convertirse en tu máquina de hacer bebés es suficiente para disgustarme. ¿Sabes qué? Puede que sea una linterna, pero no soy una zorra, como mi hermana. Aunque no sea una Beta, tengo altos estándares— dije mientras miraba a Brandon.

Su cara se puso pálida y la sonrisa se desvaneció de su rostro inmediatamente. Brittany también estaba sorprendida por mis palabras. Pero aún no había llegado a la parte más importante de esto.

—Yo...— continué con una voz firme.

—Yo, Alexis Clark, hija de la diosa de la luna, por la presente rechazo a Brandon Sterling como mi legítimo compañero porque no puedo vivir con alguien que no quiere nada de mí aparte de mi cuerpo. Por la presente anuncio mi alma como un alma libre y rechazo el vínculo de compañero con el alfa de la manada de la niebla negra. Y por la presente declino la posición de ser la Luna de la manada de la niebla negra y el vínculo de compañero con Brandon Sterling.

—Yo, Alexis Clark, también niego el vínculo de la manada de la niebla negra a partir de hoy, y viviré mi vida como un alma libre según lo decida— terminé, haciendo que sus ojos se abrieran de par en par mientras sentía un dolor agudo en mi cuerpo al romperse el vínculo de la manada. El shock en sus ojos funcionó como un leve analgésico para mí. Estoy segura de que, ni en sus peores sueños, Brandon habría imaginado ser rechazado de esta manera.