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4,8. Disculpe, ¿qué?

—Gracioso —se rió Zane, rompiendo el beso apasionado, y se paró frente a Camilla. El joven Alfa sabía que su compañera se sonrojaría hasta ponerse roja como un tomate y evitaría cualquier tipo de confrontación. Kaiden era un maestro en esas cosas, siempre restregando todo en la cara de los demás, es...