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4.2. Solo digo que las verduras no caminan.

—¿Zane? Hay alguien en la sala de estar, esperándote —Kaiden llamó a la puerta de la oficina para captar la atención de su amigo. El joven Alfa una vez más había logrado enterrarse en una pila de papeleo. Se había convertido en un hábito para él evitar todo lo que sucedía a su alrededor, evitando cu...