Read with BonusRead with Bonus

Epílogo

Carrie

Alessandro y yo nos sentamos en silencio durante mucho tiempo. Nos tomamos de las manos y miramos el mar, admirando su belleza mientras el viento jugaba con él.

Luego, después de muchos minutos, pregunté:

—¿Cómo has estado?

Alessandro me miró, y sus hermosos ojos hicieron que mi coraz...