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CAPÍTULO 23: LA CORPORACIÓN CLIFFSTAD

—¿Dónde está Ivy, por cierto? —preguntó de repente Ariel.

—Desde el día en que cerraron las escuelas, ha estado de mal humor y desde entonces se ha encerrado en su habitación y no sale. Los sirvientes son las únicas personas a las que se les permite entrar a su cuarto para limpiar y llevarle comida...