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39. Un enlace placentero

El placer de ceder

Atada a someterse

  • Jacqueline

El club era definitivamente exclusivo, los clientes eran como Percy. Todos los hombres vestían trajes caros, gemelos de oro, zapatos brillantes y relojes tan caros como la mayoría de los coches que la gente común conduce en el tráfico.

Percy no bro...