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Su tristeza

—Tú... maldito... —dije entre dientes apretados.

—Parecías tan asustado de estar aquí. Honestamente, no pude resistirme a jugar contigo —admitió Hayden, aunque claramente no parecía arrepentido.

Le di un golpe en el brazo tan fuerte que me dolió la mano. ¿Qué le pasa a este tipo? Estaba realmente ...