Read with BonusRead with Bonus

Alegato desesperado

—¡Hayden! ¡Hayden! ¡No me asustes así! Despierta, por favor... ¡por favor! —grité tan fuerte que sentí que estaba a punto de perder la cabeza. Nunca me había sentido tan desesperada en mi vida.

Miré hacia abajo, al rostro inconsciente de Hayden con los ojos cerrados, y comencé a llorar aún más fuer...