Read with BonusRead with Bonus

11

Gruñí, molesta, mientras le arrebataba el sobre rojo de las manos.

—Me había prometido a mí misma mantenerme alejada de él.

—¿Por qué hiciste esa promesa? —preguntó Angelica suavemente, jugueteando con las sábanas de mi cama—. Te estás haciendo daño.

—Si pude estar sin él durante cinco años, pued...