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Vacaciones improvisadas para dos

—¡Paul! —Serena casi gritó mientras se lanzaba con todas sus fuerzas hacia la figura desprevenida de Paul, sin perder tiempo en rodear su torso con sus brazos. La fuerza de su acción lo hizo tambalearse hacia atrás, casi llevándolos a ambos al suelo, pero logró recuperar el equilibrio en el tercer p...