Capítulo 4 - Reunión de tigres
Anna miró a Kamryn, sin creer lo que acababa de decir. ¿Qué era un hombre tigre? ¿Cómo era posible que estuviera ronroneando como si tuviera un gato viviendo en su pecho?
—¿Qué quieres decir con que eres un hombre tigre? —preguntó mientras se alejaba un poco de él. Anna pensó que tal vez debería salir corriendo de la cabaña y dejarlo allí. No podría llegar muy lejos con una pierna rota.
—Soy parte humano y parte tigre. Ese es mi tigre que puedes escuchar ronroneando dentro de mí —Kamryn vio la duda en sus ojos y pudo notar que ella estaba contemplando la idea de huir. Decidió no decirle que ya estaba curado gracias a la sanación de su tigre. Ella ya estaba al borde de pensar que él estaba loco.
—¿Cómo es eso posible? Las personas no son animales —Anna no estaba tan segura de no haber visto esto antes. Algo en esta situación le hacía sentir que tal vez era verdad. ¿Había personas que también eran animales, y antes de perder la memoria, ella lo sabía?
—Puedo demostrártelo si quieres —Él podía ver que ella estaba luchando con este concepto. Ella lo miró con duda.
—¿Cómo puedes probarlo? —Anna no entendía. Aunque podía escuchar claramente el ronroneo, sentía que él iba a probarlo de otra manera.
—Puedo transformarme en mi tigre. Así que un minuto me verás a mí, y al siguiente verás a Legend —Kamryn vio la incredulidad en sus ojos, pero sabía que esa era la mejor manera de mostrarle que no estaba loco. Anna no sabía qué pensar. Sin embargo, decidió que era mejor ver si él podía hacerlo que preguntarse si estaba inventando todo esto.
—Está bien, muéstramelo. ¿Te dolerá la pierna al transformarte en un gato gigante? —Ella miró su pierna y observó cómo él se quitaba la férula que ella había hecho. Anna no podía creerlo cuando él se levantó y caminó sin cojear. Su pierna debería haber tardado semanas o meses en sanar.
—¿Cómo te has curado tan rápido? —preguntó en un susurro.
—Es la sanación de mi tigre. Creo que alguien me envenenó y eso afectó a mi tigre, por lo que no pude sanar tan rápido como de costumbre. Ahora que el veneno ha salido de mi sistema, tengo de vuelta mis habilidades de tigre —Anna puso su mano en su pierna, buscando el hueso roto, pero él tenía razón; era como si nunca hubiera sucedido.
—Es increíble. Está bien, muéstrame al tigre —Ella lo miró, esperando que algo sucediera. Kamryn tomó su mano y la llevó afuera.
—Tengo que transformarme afuera. Dentro, la cabaña es un poco estrecha y mi tigre es más grande que el tigre promedio —Cuando estuvieron afuera, dejó a Anna en el pequeño porche mientras él bajaba los escalones. Comenzó a quitarse la ropa y ella lo miró confundida.
—¿Por qué te estás quitando la ropa? —Él estaba solo en calzoncillos y ella sintió que sus mejillas se calentaban. Era tan grande y musculoso. Se lamió los labios mientras pensaba en pasar sus manos por sus abdominales marcados.
—Si me las dejo puestas, se romperán, y no quiero andar desnudo. Dejaré que los calzoncillos se rompan si te incomoda verme sin ropa —Kamryn observó su rostro; no creía que pudiera ponerse más roja.
—Está bien, puedes quitártelos —Anna se negó a mirarlo a los ojos, pero cuando él se quitó los calzoncillos, no pudo evitar echar un vistazo. Su rostro estaba tan caliente que deseaba tener un poco de agua helada para echarse encima. No estaba familiarizada con el tamaño del pene de un hombre, pero por lo que podía ver, el suyo era más grande que el promedio. Anna rápidamente miró hacia otro lado.
—Está bien, voy a transformarme ahora. No te asustes cuando veas a Legend. No te hará daño —Anna asintió pero aún se negaba a mirarlo, temerosa de que pudiera explotar.
Escuchó un ligero gruñido y finalmente levantó la cabeza. Dio un par de pasos hacia atrás cuando vio un enorme tigre sentado frente a ella. No se sentía asustada, pero su tamaño era intimidante. Anna bajó lentamente los escalones y caminó hacia Legend. Sentado, él era más alto que ella.
Cuando Anna estaba frente a él, Legend se tumbó en el suelo. Ella extendió la mano y tocó el suave pelaje de su cabeza. Legend comenzó a ronronear fuertemente al sentir el toque de su compañera. Quería marcarla, pero Kamryn le recordó que ella ni siquiera sabía quién era todavía. Tenían que ir paso a paso.
Anna pasó su mano por la cabeza del tigre y bajó por su espalda. Podía sentir el ronroneo mientras lo acariciaba. No sabía por qué, pero sentía como si estuviera conectada de alguna manera con Kamryn y Legend. La sensación se hacía más fuerte mientras frotaba su mano sobre el tigre.
—Legend, eres un gato hermoso. ¿Por qué siento que esto no es extraño? Siento que sé sobre los hombres tigre y otras especies. ¿Podría ser algo más que solo humana? —Anna estaba hablando más para sí misma que para Legend, pero podía notar que él estaba escuchando.
«Kamryn, creo que nuestra compañera tiene razón. Creo que ella es más que humana, pero no sé qué. Su olor es diferente al de un humano, pero no sé cómo. Necesitamos averiguar de dónde viene». Kamryn pensó en esto y se preguntó si alguien también le había dado veneno a ella. No estaba listo para llevarla al palacio todavía porque tenía que encontrar una manera de decirle a sus padres que no se iba a emparejar con la bruja. Sin embargo, tan pronto como lleguen allí, se enfocará en descubrir quién es ella.
«Está bien. Transfórmate de nuevo para que ella y yo podamos hablar». Anna seguía frotando sus manos sobre Legend, y tanto él como Kamryn se estaban emocionando con su toque.
Ella estaba perdida en sus pensamientos mientras frotaba su mano sobre la espalda del tigre. De repente, se dio cuenta de que ya no sentía pelaje; estaba sintiendo piel. Cuando miró, su mano estaba frotando el pecho desnudo de Kamryn, y se sonrojó, retirando su mano.
—No tienes que parar. A mí también me gusta que me acaricien —Anna no sabía cómo responder, pero no había manera de que fuera a empezar a frotar su mano sobre él cuando estaba tan cerca de ella sin ropa.
—Eso no es gracioso. Podrías haberme dado una advertencia o algo. ¿Puedes por favor ponerte la ropa? —Anna estaba haciendo todo lo posible por mantener sus ojos en su rostro, pero no era fácil.
—Me gusta cómo se siente el aire en mi piel. Además, no sabía que podías ponerte tan roja. Si vamos a estar juntos, deberías acostumbrarte a mi cuerpo. Es todo tuyo —Kamryn observó cómo Anna lo miraba a los ojos con sorpresa.
—¿Cómo puedes decir eso? Puede que vuelvas a tu hogar y decidas que quieres otro tigre. Yo no soy nadie —Sentía que sus ojos se llenaban de lágrimas. Solo habían estado juntos un día, pero no le gustaba la idea de que él estuviera con otra mujer. Él puso su dedo bajo su barbilla para que lo mirara.
—Mi ángel, cuando dije que eres la única para mí, eso es lo que quise decir. No quiero un tigre ni ningún otro animal. Te quiero a ti. Otra habilidad que tenemos los cambiantes es saber quién es nuestra compañera destinada. La conexión que sentimos el uno hacia el otro es porque eres mi compañera destinada. Eso significa que fuiste hecha para mí, y yo fui hecho para ti —Kamryn se inclinó y besó su frente.
—¿Puedes por favor ponerte la ropa para que pueda pensar con claridad? —le pidió suavemente. Anna no podía creer lo que él había dicho. ¿Era posible que fueran compañeros destinados, como él decía? Si es así, ¿qué significaba exactamente? Kamryn rápidamente se puso los calzoncillos y los pantalones, pero dejó su camisa fuera.
—¿Así está mejor? —Anna miró hacia arriba y vio su pecho y abdomen musculosos aún descubiertos, pero su mitad inferior estaba cubierta. Sería una distracción, pero no una mala.
—Sí, gracias —Caminaron hacia la cabaña, y Kamryn la llevó a los escalones y se sentó mientras sostenía su mano. Anna no podía negar lo bien que se sentía tocarlo.
—¿Te gustaría saber qué significa ser compañeros? —Kamryn preguntó mientras ponía su brazo sobre sus hombros, atrayéndola hacia él. Ahora que estaba seguro de que ella era su compañera, no podía dejar de tocarla. Le enfurecía aún más saber que alguien le había hecho algo y la había abandonado en esta cabaña en el bosque.
—Sí, cuéntame sobre los compañeros —Anna se acurrucó más cerca de él y puso sus brazos alrededor de él. Puede que no tuviera su memoria, pero sabía que nada había sentido tan bien como estar en los brazos de Kamryn.