Read with BonusRead with Bonus

Llamando a casa

—Caleb—

Mi Jacey estaba mojada para mí mientras lentamente curvaba mis dedos dentro de ella, y gemí, imaginando la sensación de esa calidez apretada y húmeda alrededor de mi polla. Pero esto se trataba de ella, no de mí, y aunque muriera de ganas, iba a darle placer hasta el extremo antes de pensar...