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Buenas noticias

Caleb

—Así que —dije cuando Jacey entró en nuestra habitación—. Está muerto.

—¿Ding-dong? —respondió ella, inclinándose para esponjar mis almohadas.

La besé. —Ojalá fuera el único de quien tuviéramos que preocuparnos. ¿Qué era esa lista que tenía el fiscal general?

—Tengo la sensación de que Mas...