Read with BonusRead with Bonus

Viejos amigos

—Vamos, amigo. Es hora de despertar—dijo una voz masculina y familiar, chasqueando los dedos frente a mi cara.

Abrí los ojos y me quedé boquiabierto—¿Shep?!

—Ahí está nuestro luchador—sonrió—McKenzie me estaba contando cómo casi derribas a un hombre con cien años más de entrenamiento que tú.

Con ...