Read with BonusRead with Bonus

¡Santa vaca!

—Caleb—

Me desperté lentamente, preguntándome si lo de anoche había sido un sueño. Luego vi a Jocelyn, desnuda, extendida sobre mi pecho, su trenza medio deshecha, respirando profundamente en su sueño.

—Hola, cariño —susurré demasiado suave como para despertarla. Necesitaba su descanso.

Su muslo ...