Read with BonusRead with Bonus

Treinta

—No lo mataste, ¿verdad? Tenía una cría —le pregunto a Archer mirándolo hacia abajo. La voz de Tate resuena en mi cabeza.

—No, los osos están fuera de los límites. Solo lo asusté, el cabrón nos mordió la pierna —dice, y noto el trozo de carne colgando ligeramente de su pierna trasera, pero ya sanan...