CAPÍTULO CINCO
«Punto de vista de Aurora»
El sonido de huesos rompiéndose y gritos se iba apagando gradualmente, pero mi cuerpo no dejaba de temblar por el miedo que se había convertido en mi conocido desde que descubrí este otro mundo.
Tantas cosas me aterrorizaban; ¿y si él olvidaba que yo estaba aquí? ¿Y si alguien más me encontraba? ¿Y si lo mataban? Este pensamiento en particular me dolía más de lo que debería.
Me había cansado de llorar y simplemente me senté en el suelo, con las rodillas abrazadas mientras me balanceaba de un lado a otro.
Si mi mamá supiera dónde estoy ahora, le daría un infarto.
No era la mejor de las madres, pero hacía lo mejor que podía. Hasta que me fui a la universidad, su abuso había sido una lucha constante para mí y cada vez que le rogaba a mi mamá que lo dejara, ella se derrumbaba en lágrimas. También la había resentido, pero cuando escapé de la casa, me di cuenta de que ella también era una víctima; probablemente no creía que existiera un mundo fuera de mi padre.
Perdida en mis pensamientos, no escuché los pasos que se acercaban hasta que estuvieron justo frente a mi escondite.
Escuché tres voces, pero no pude entender lo que decían ya que había una pared literal entre nosotros.
Escuché la voz del hombre que me trajo aquí y me confundí. ¿Trajo a gente para hacerme daño? Él mismo podría hacerlo, pensé.
Me levanté, lista para correr. Me negaba a morir sin hacer ningún esfuerzo, prefería luchar sin importar lo inútil que pareciera.
Antes de que pudiera tomar más decisiones, la pared frente a mí se disipó y di un paso adelante.
Antes de poder correr, cometí el error de mirar hacia arriba.
Si pensaba que el primer hombre era guapo, estos dos le daban competencia.
El primer hombre tenía el cabello muy oscuro que me rogaba pasar mis manos por él, su figura masiva estaba llena de salpicaduras de sangre. Al notar esto, rápidamente desvié la mirada hacia el segundo hombre. Entonces noté el parecido entre ellos. Definitivamente eran gemelos. Cabello oscuro, hombros anchos y esa mandíbula que podría cortar hielo.
A pesar de tener la misma apariencia, tenían energías distintas; uno parecía calmado y estable, mientras que el otro era aventurero e inquieto. Eran simultáneamente aterradores y fascinantes. Como un imán al acero, me atraían.
Una palabra salió de sus bocas al mismo tiempo, lo que me sacudió de mi estado de ensoñación.
—Compañera.
«Punto de vista de Axel»
Hubo un pandemonio durante aproximadamente un minuto mientras todos comenzamos a hablar al mismo tiempo, expresando sorpresa, confusión y un poco de posesión, pero todos nos detuvimos de inmediato.
Intentamos hablar de nuevo, pero todos comenzamos al mismo tiempo otra vez, así que levanté la mano y ellos me hicieron señas para que hablara primero.
—Supongo que estoy hablando por todos nosotros aquí, así que todos estamos diciendo que los tres sentimos un vínculo de compañero con una mujer? —pregunté, confundido como el infierno.
Soy un Lobo Alfa y mi compañera significaba una gran parte de mi viaje en la vida. El contexto o la idea de compartirla con alguien más era inaudito. El animal en mí era celoso y posesivo, mataría a cualquiera que intentara siquiera tomarle la mano, así que ¿cómo es posible que haya otros dos lobos con el mismo sentimiento?
—Eso es lo que parece. ¡Lo cual es ridículo! Nunca he visto ni oído nada parecido —respondió el Alfa Kane, con la ira emanando de él en oleadas.
—Bueno, yo sí. Bueno, más o menos; lo leí en algún lugar, han pasado siglos desde que ocurrió algo así —respondió mi gemelo mientras observábamos a la chica como si fuera un artefacto en un museo.
—¡Pero yo la encontré primero! De hecho, estábamos preparando la Ceremonia de Luna antes de que tu manada de idiotas atacara. ¿Y cómo sé que no están mintiendo? Podrían estar haciendo esto solo para quitármela. Todos sabemos cuánto poder tiene una compañera sobre un Alfa —soltó el Alfa Kane, con una gota de sudor cayendo de su rostro.
—Primero que todo, no aceptaré ningún tipo de insulto contra mi manada. ¡Tú nos atacaste primero y tuviste la audacia de regresar a tu palacio y relajarte como si fuéramos insignificantes! ¡Tú te buscaste esto! —respondió mi hermano enojado.
—¿Esperas que no vengue a mi padre? ¿Qué clase de Alfa crees que soy?
—Vengar a tu padre es una cosa, pero casi diezmar a toda la manada en el proceso es otra. Y ni siquiera quiero una compañera, así que no puedo fingir este sentimiento que demuestra que ella es mi compañera. Tienes ojos, puedes ver la conexión entre nosotros, no lances acusaciones innecesarias —terminó Ares.
—¡Si estuvieras en mi lugar, pensarías lo mismo! ¡Esto es inaudito!
—Ambos necesitan detener este intercambio para que podamos encontrar una solución —intervine, obligándolos a respirar profundamente para calmar a sus lobos.
Nuestras manadas habían estado en guerra durante generaciones, mucho antes de nosotros; definitivamente no necesitábamos una lección de historia en este momento. Teníamos un dilema mayor, ya que nuestra compañera había desaparecido mientras nos enfrentábamos.
Mirando a mi hermano, me costaba decirle lo que era obvio para nosotros hacer, que era detener esta guerra de inmediato. Habíamos planeado esto durante años y no tomamos en cuenta la posibilidad de encontrar a nuestras compañeras.
Bueno, él no, pero yo había esperado encontrar a la mía después de diezmar a la Manada LunaOscura.
Mi hermano era más cercano a mi mamá mientras que yo era el niño de papá, siempre siguiéndolo y aprendiendo de él.
Aunque Ares era un Alfa duro y poderoso, era un nerd porque a mamá también le encantaba leer y él vio cómo la luz desaparecía de sus ojos cuando papá murió.
Esto lo hizo despreciar el vínculo de compañero, pero yo no pensaba así. Cualquiera que conociera a mi padre de cerca vería cuánto lo hacía feliz su compañera. Si puedo tener un poco de eso en mi vida, estaré contento.
—Hermano, por favor ve y dirige a la manada. No queremos que la maten en esta refriega mientras yo y el Alfa Kane la encontramos —les dije.
Él asintió y se fue, enviando un mensaje a la manada a través del enlace de la manada mientras el Alfa Kane y yo comenzamos a seguir su rastro.
—Debe estar tan aterrorizada con todo esto, ¿cómo llegó una humana tan lejos en tu manada? —le pregunté mientras cruzábamos un tronco que tenía una gota de su sangre. ¡Maldita sea! Está herida.
—Espera, ¿quieres decir que no hueles que no es humana?
—No entiendo —respondí, preguntándome de qué estaba hablando.
Abrí el enlace para que mi hermano pudiera escuchar todo.
—Mi Beta la trajo a mi manada. Lo vio transformarse y se suponía que le borrarían la mente, pero entonces descubrí que era mi compañera —pausó, agachándose para tocar el suelo. Se levantó y su mano estaba ensangrentada. Aceleramos el paso.
—Entonces —continuó—, mi lobo tomó el control y la besé, sin pensar por un momento en ella como humana. Cuando recuperé la compostura, noté que esa era la historia que ella seguía. Tuve que mantenerla a distancia. Sospechaba que era una espía o algo así. Ahora que dices que hueles que es humana, no puedo evitar preguntarme si me equivoqué al tratarla de esa manera.
—Creo que hay otro olor que su olor humano cubre, así que puede que no estés equivocado, pero de todos modos, es nuestra compañera. Incluso si es una espía, siempre podemos convertirla en nuestra, no hay necesidad de tratarla horriblemente —le dije mientras finalmente la veíamos, tratando de correr, mientras sostenía su mano que seguía sangrando mientras se movía.
—Sigues diciendo "nuestra" como si estuviera escrito en piedra. No vamos a compartir una compañera, Alfa Axel. No sé qué pasará, pero la idea es ridícula. ¡Aurora, espera! —le gritó, pero en lugar de detenerse, aumentó su ritmo, llorando también.
—Vaya, realmente la aterrorizaste —dije y comencé a correr hacia ella.
En poco tiempo, la alcancé y la levanté del suelo, sus lágrimas caían mientras seguía llorando.
Verla así desgarraba mi alma en pedazos.
Mi hermano llegó al lugar donde estábamos en ese momento mientras la abrazaba contra mi cuerpo, tratando de hacerla sentir segura.
Así que aquí estábamos todos, con el mayor dilema de nuestras vidas: ¿quién la reclamará?