Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CIENTO OCHENTA Y NUEVE

Todo pasó en un abrir y cerrar de ojos, apenas presté atención porque sentía como si alguien hubiera metido las manos en mi corazón y estuviera tratando de arrancarlo.

—¿Estás bien? —me preguntó Axel por enésima vez.

—Estoy bien, querido, concéntrate —respondí con una risa forzada.

No quería que ...