Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CIENTO OCHENTA Y OCHO

Los días pasaron sin que yo hiciera nada más que relajarme y recuperarme. Le había dicho a Bez que rechazara a todos los visitantes, incluso si era el mismo Zeus.

Esto se debía a que sabía lo débil que estaba y no quería dar la impresión de que no podía defenderme a mí misma o a mi territorio.

Ade...