Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CIENTO OCHENTA Y CINCO

Iban vestidos con traje y parecían dirigirse a un desfile de moda.

—Hola, amor, ¿cómo te fue? —me preguntó Ares con una sonrisa cuando entré.

—Fue bien —no necesitaba decirles que venía de un entierro ni nada—, ¿qué está pasando aquí?

—Oh, no te preocupes por eso. Lo descubrirás pronto —respondió...