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Odio

Los brazos de Emma estaban envueltos alrededor de él con un agarre firme, no había ni un pequeño espacio entre ellos. Aunque Adrián no devolvió el abrazo, permaneciendo allí con indiferencia, eso no detuvo el nudo en mi estómago y la opresión en mi pecho.

Al notar mi presencia en la puerta, ella se...