Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y seis: Mío

Pronto me despierto de golpe, mi respiración pesada como si me hubieran asustado de muerte. Me doy cuenta de que todavía estaba recostada sobre el pecho de Max, quien había estado llenando unos papeles pero se detuvo cuando me desperté en ese estado de pánico.

—¿Estás bien? —pregunta, dejando su bo...