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Jesús, mamá.

—Ah —asiente ella, con una sonrisa burlona en el rostro—, entonces es lista.

—¡Mamá!

—¿Qué? —pregunta, conteniendo la risa ante la mirada ofendida que él le lanza—. No eres precisamente un caballero. Eres un arrogante imbécil. Es la marca registrada de los Bane. Afortunadamente, heredaste la mayor...