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CAPÍTULO 8— PRIVACIÓN DE SEXO

Era tarde cuando Celeste decidió que era hora de cocinar, ahora que Zillon y Celia habían bajado. Celeste llevaba la ropa de ayer y Zillon solo llevaba unos pantalones cortos, sin camisa, sin zapatos.

Sus abdominales estaban a la vista y, aunque a Celeste le resultaba reconfortante mirarlos, apartó...