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CAPÍTULO 41— MIRADA ENOJADA

Ella esperó el golpe, la mordida viscosa, pero nunca llegó. En su lugar, otro lobo con pelaje tan negro como la noche lo derribó antes de que pudiera siquiera acercarse a ella.

No estaba segura de quién era este lobo. Tenía el aura de un alfa, también era fuerte... su mandíbula se cerró alrededor de...