Capítulo 12
—Entonces, ¿te das cuenta de que Bryan estaba totalmente interesado en ti hoy, verdad? —le dije a Tori mientras nos preparábamos para ir al club.
Íbamos a tomar algo esta noche con Bryan. Fue idea de Bryan una vez más salir a celebrar. Decía que era una celebración por las nuevas decoraciones y el diseño de su oficina, pero en mi opinión, creía que Bryan solo quería una excusa para ver a Tori de nuevo.
—¿Qué? No puede ser —Tori me desestimó con un rubor en las mejillas.
—Vaya, ¿y luego eres tú la que me llama ciega e ingenua? —le dije con una risita pícara.
—Probablemente solo le guste mi compañía igual que disfruta la tuya, no es gran cosa —Tori se encogió de hombros.
—Bueno, no estaba coqueteando conmigo —le guiñé un ojo.
—Vale, ahora estás loca. Bryan definitivamente no estaba coqueteando conmigo —Tori se rió—. Estaba siendo amigable.
—Tori, deja de estar en negación, ambos estaban coqueteando.
—No, no lo estábamos —Tori negó de nuevo.
—Vale, ya me cansé —dije levantando las manos en el aire.
—¿Qué opinas? —preguntó Tori dando una pequeña vuelta para que pudiera ver su atuendo.
—Creo que te ves genial, pero ¿realmente quieres consejos de moda de mí? —levanté una ceja.
—Sí, tienes razón, probablemente no —Tori se rió—. Por cierto, te ves sexy.
Tori llevaba una blusa sin tirantes con estampado de leopardo, unos shorts vaqueros de cintura alta y tacones negros. Yo llevaba una blusa sin mangas roja, pantalones negros ajustados y botas de gamuza negras hasta la rodilla.
—Bueno, gracias. Mi encantadora prima eligió mi atuendo —me reí.
—Qué suerte tienes, creo que tu prima es increíble.
—Yo también lo creo —sonreí.
—Vamos, guapa, creo que deberíamos irnos ya —Tori se rió.
—¿Ansiosa por ver a Bryan? —me reí.
—Oh, cállate, Alli —Tori se rió mientras tomábamos nuestros bolsos y salíamos de la habitación.
Unas horas en el club y definitivamente estaba mareada. Tori me había obligado a tomar más de una bebida alcohólica y ahora estaba o mareada o ligeramente borracha.
No podía dejar de reírme de cualquier cosa que Bryan o Tori me dijeran cada vez. Me estaba divirtiendo una vez más por primera vez en mucho tiempo.
Solía salir de fiesta con Tori cuando era más joven y solíamos escaparnos y beber. Luego, una vez mi papá nos atrapó y se enojó muchísimo con nosotras, desde ese día nunca he sido de beber hasta el punto de emborracharme. Sin embargo, estaba segura de que eso estaba cambiando ahora.
—¿Estás bien, Ali? —Tori se rió.
—¿Yo? ¡Estoy genial, nunca he estado mejor! —intenté decir con una expresión seria pero fallé miserablemente al estallar en carcajadas.
—Oh sí, está bien —dijo Bryan a Tori con una voz divertida.
—¡No me he divertido tanto en años! —me reí.
—No es broma. Han pasado años desde la última vez que te soltaste así —Tori se rió.
—¿Sabes qué? Tengo una idea, ¡vamos a bailar! —exclamé riendo mientras saltaba del taburete en el que estaba, tambaleándome un poco antes de estabilizarme.
Arrastrando a Tori y Bryan de sus taburetes, intenté llevarlos a la pista de baile y hacer que bailaran.
—No sé, Allison, bailar nunca fue lo mío —dijo Bryan tratando de escapar de vuelta hacia los taburetes.
—Oh no, vamos. Al menos por esta noche, haz que sea lo tuyo —respondí tirando de él hacia Tori—. Aquí, baila con Tori. Ella es una buena bailarina, puede enseñarte.
—Vamos, Sr. West, escuchaste a Ali. Ella quiere que bailemos, así que bailemos para ella —Tori se rió mientras acercaba a Bryan y comenzaba a bailar.
Bryan se rió un poco sacudiendo la cabeza antes de empezar a moverse al ritmo de la canción.
—¡Ahí tienes! —me reí mientras empezaba a bailar también. Definitivamente estaba borracha porque bailar así ahora era algo que solo haría porque tenía alcohol en mi sistema.
Estaba bailando al ritmo, levantando los brazos por encima de mi cabeza cuando accidentalmente golpeé a alguien. Me giré rápidamente para disculparme a pesar de tambalearme un poco, y noté que era Clint, el mejor amigo de Christopher.
—¡Oh, Clint, lo siento mucho! ¡Casi te noqueo! —dije riendo.
Clint me miró extrañado, como si no me reconociera, antes de que sus ojos se abrieran con reconocimiento.
—¿Allison? —dijo incrédulo.
—Sí, soy yo —dije riendo mientras seguía bailando y hablando con él.
—¿Qué haces aquí...? ¿Cómo...? Te ves genial... Veo que has decidido volver al rubio —dijo, aunque tuvo que hablar un poco más alto por la música fuerte.
—Sí, he decidido ser yo misma —dije antes de reírme de nuevo, dándome cuenta de que probablemente no tenía sentido—. ¡Quise decir la verdadera yo!
—¿Así que esta es la verdadera tú, eh?
—Sí. Creo que esta soy yo —dije riendo.
—¿Estás borracha? —preguntó Clint preocupado.
—Pssh. ¿Yo? ¿Borracha? Por favor —dije riendo—. Yo no me emborracho.
—Definitivamente borracha —dijo Clint más para sí mismo, asintiendo—. ¿Estás aquí sola, Allison?
—No. Está con nosotros —dijo Tori desde mi lado, todavía bailando con Bryan.
—Oh —respondió Clint mirando a Tori y luego a mí.
—Chicos, ¡este es Clint! ¡Clint, estos son los chicos! —dije riendo mientras señalaba a todos.
—Hola, Clint, soy su prima Tori, y este es Bryan —se presentó Tori.
—Hola, un placer conocerte —asintió Clint—. Bueno, veo que te estás divirtiendo. Tengo que irme, pero sigue pasándola bien. Nos vemos por ahí.
Clint nos sonrió antes de irse.
—¿Quién era ese? —preguntó Tori sonriendo maliciosamente.
—Era el mejor amigo de Christopher —le informé.
—Interesante —Tori sonrió con malicia—. Si él está aquí, entonces hay una posibilidad de que Christopher también esté aquí. Y sin duda le informará que tú estás aquí. Necesitas un chico con quien bailar porque será el momento de la operación hacer que Christopher se ponga celoso.
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Punto de vista de Christopher
—No vas a creer con quién me acabo de encontrar hace un minuto y con quién tuve una charla —dijo Clint sonriendo mientras venía y se sentaba en una silla junto a mí.
Estábamos arriba en el club de Jake pasando el rato como solemos hacer la mayoría de las noches después del trabajo.
—¿Una exnovia? —preguntó Jake levantando una ceja mientras bebía una cerveza.
—Oh no. ¡La esposa de Chris! —se rió divertido.
—¿Mi esposa? —lo miré como si estuviera loco.
—Sí. Tu esposa —Clint sonrió con suficiencia.
—¿Dónde? —levanté las cejas.
—Aquí —Clint se rió.
—Vale. Estás demasiado divertido. ¿Por qué? —preguntó Jake.
—Amigo, te espera una sorpresa desagradable —dijo Clint levantándose—. Ven a ver esto.
—¿Qué? —pregunté mirando a Clint extrañado.
—Levántate y ven a mirar.
—¿De qué demonios estás hablando? —pregunté irritado, pero me levanté de todos modos.
—Mira, ahí está tu esposa —respondió Clint señalando hacia la pista de baile abajo.
—¿Qué demonios, hombre? ¿Estás loco? ¿Ves a Allison como el tipo de persona que se dejaría ver muerta en un lugar como este? —pregunté entrecerrando los ojos.
—¿Quién es entonces? ¿La rubia de rojo? —Clint respondió señalando a una rubia atractiva que estaba bailando con un chico en la pista de baile.
Ahora era obvio que Clint estaba loco o simplemente disfrutaba burlándose de mi vida.
—En serio, hombre, necesitas conseguirte una vida —respondí sacudiendo la cabeza y empezando a volver a sentarme, pero Clint me agarró del hombro deteniéndome.
—¡Mira más de cerca! —dijo una vez más.
Me giré para mirar a la rubia una vez más y fue entonces cuando reconocí su rostro.
¡¿Qué demonios?!
Era de hecho Allison o tal vez una gemela perdida. Esta chica no era la Allison que yo conocía.
—Sí, esa es Allison —Clint asintió con la cabeza mientras sonreía con suficiencia.
—No lo puedo creer —murmuré en shock.
No sabía por qué, pero de repente me di cuenta del chico con el que estaba bailando y decir que no sentía un poco de celos en este momento sería una mentira. De hecho, eso sería un eufemismo.
—No puede ser.