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Capítulo 35 Nunca solté a mi presa y tú...

Rex llamó a los miembros de la patrulla al campo de entrenamiento al día siguiente con un aire solemne.

—Me alegra ver que la mayoría de ustedes están de pie y en marcha de nuevo. Buen trabajo anoche —dijo Rex—. Por si acaso los renegados logran escabullirse en algún momento en el futuro, voy a hac...