Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 62: Durmiente

De repente, dejó de caminar, lo que me hizo detenerme también. Lo miré confundida.

—¿Qué?

—¿Qué acabas de decir?

Fruncí el ceño.

—Eh... ¿lo hiciste genial?

Sorprendentemente, se rió, aún sosteniendo mi mano.

—Gracias. Eres la primera persona que me dice eso en décadas.

Puse los ojos en blanco...