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Capítulo 233 Casi el paraíso

Recé en silencio a la Diosa mientras yacíamos inmóviles, esperando que el tiburón se alejara y nos dejara en paz.

Mis oraciones parecieron ser respondidas cuando vimos la aleta alejándose de nuestro bote salvavidas. Pero permanecimos en silencio y quietos durante horas mientras esperábamos el amane...