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Capítulo 5

Skyler Johnson

—¿Por qué Xavier Black te está mirando? —pregunta Jane justo cuando Xavier vuelve a hablar con la mujer pelirroja frente a él. Ni siquiera sabía que estaba aquí hasta que Mason me lo señaló y ahora me siento un poco incómoda.

—¿Cómo lo conoces? —le pregunto a Jane, pero ella niega con la cabeza.

—No, ¿cómo lo conoces tú? —Parece preocupada y no estoy segura de por qué, pero le cuento sobre su familia viniendo a cenar. No les digo nada sobre el asunto del matrimonio, simplemente porque no voy a casarme con él y no es asunto de ellos—. Skyler, Xavier Black está involucrado en la mafia —dice y yo frunzo el ceño.

—¿Mafia? ¿De dónde sacaste eso? El tipo es el recién nombrado CEO interino de la empresa de su padre —le digo, omitiendo también cómo va a hacerse cargo de la empresa de mi padre.

—Sí, y está involucrado en la mafia. ¿Cómo no sabes esto? —pregunta y yo me encojo de hombros.

—No me dedico a ver el canal de crímenes y seguir a los policías, Jane —le digo y ella se sonroja. Su sueño es ser de la CIA, así que se vuelve loca manteniéndose al día con todo lo relacionado con el crimen.

—Bueno, te estoy diciendo que este tipo está involucrado en la mafia. Se le ha visto con muchos de los grandes jefes del juego, pero no pueden identificar exactamente quién es —dice y miro a Xavier, quien parece haber olvidado que yo estaba aquí. Me pregunto si mi padre sabe esto, bueno, no podría si quiere que me case con este tipo. No pondría mi vida en peligro así.

Esto es para mantenerte a salvo. Las palabras de mi madre vuelven a mí, pero las desecho. No pueden saberlo. ¿Pueden?

—Bueno, no voy a verlo de nuevo pronto, así que no tengo nada de qué preocuparme. Es el hijo del amigo de mi papá —le digo y sus ojos se abren de par en par.

—¿Tu papá es amigo de Zachary Black? —pregunta Oliver y yo suspiro y asiento.

—Sí, ya hemos hablado de esto. Vinieron a cenar anoche —les digo de nuevo.

—Skyler, sabes que te quiero, pero a veces tienes que salir de tu pequeña burbuja. Ni siquiera estoy metido en todo esto de los crímenes y sé quién se supone que es Zachary Black —dice Mason y yo frunzo el ceño—. Se supone que es la mano derecha del mayor jefe de la mafia en la ciudad, solo que no pueden probarlo —dice y yo gimo y ruedo los ojos.

—Bueno, para mí solo es el amigo de mi padre y es muy amable —les digo, pero todos me miran como si me hubiera vuelto loca. Miro a Tristan, quien tiene la misma expresión preocupada que todos mis amigos, y suspiro—. ¿Podemos por favor cambiar de tema? —pregunto y todos asienten.

—Yo, por mi parte, quiero saber cuándo pasó esto —pregunta Nat mientras señala entre Tristan y yo—. Juraría que cuando me fui a dormir anoche eran amigos, pero aquí están, todos en el espacio personal del otro —dice, entrecerrando los ojos hacia mí.

—Anoche, o temprano esta mañana cuando salía el sol —dice Tristan y yo me sonrojo recordando sus labios sobre los míos.

—Bueno, ya era hora —dice Mason y yo levanto una ceja hacia él.

—Tú eres el que habla —le digo, pero él me hace un gesto para que lo deje. Solo sacudo la cabeza y me recuesto más en Tristan. Aún no somos novios, pero nos gustamos lo suficiente como para darle una oportunidad y acordamos tomarlo con calma para que, si no funciona, no perdamos nuestra amistad. El resto del almuerzo pasa con todos nosotros riendo y disfrutando del tiempo juntos antes de tener que separarnos al final del verano.

—Entonces, Erin me invitó a un día de spa la próxima semana y me pidió que les preguntara a ustedes —dice Jane y yo me muerdo el labio.

—Tengo algo el próximo viernes, así que no puede ser ese día —les digo y ella asiente.

—Está bien, entonces le diré que lo cambie al sábado y listo —dice ella y yo asiento. Ya que estamos haciendo planes para ir al spa, los chicos deciden pasar el día jugando en la casa de Mason, en su cueva de hombres que de alguna manera convenció a su madre de que necesitaba. Cuando salimos del restaurante, vuelvo con Tristan a su casa para recoger mi coche y regresar a casa.

—¿Te divertiste anoche? —pregunta mi madre cuando entro en la cocina. Está sentada en la mesa con su trabajo cubriendo cada centímetro de la superficie y el sol calentando toda la habitación.

—Sí —respondo mientras saco un paquete de palomitas y lo pongo en el microondas. Nos miramos mientras las palomitas estallan y cuando el temporizador suena, las saco y pongo otro paquete. Vierto las palomitas en un tazón grande y cuando ambos paquetes están listos y enfriándose en el tazón, sirvo un poco de limonada en un vaso enorme.

—Tenemos que hablar de esto en algún momento, lo sabes —dice mi madre justo cuando recojo mi merienda para salir de la habitación. Gimo y dejo el vaso y el tazón, adiós a las películas y mi tiempo a solas.

—¿De qué quieres hablar? ¿Del hecho de que quieres que me case con alguien que no conozco? Oh, no, hablemos del hecho de que todo esto es solo un trato de negocios. No, sabes que quiero hablar del hecho de que las personas que tuviste en nuestra casa anoche podrían estar involucradas en la mafia —le digo y su rostro se pone pálido.

—¿Quién te lo dijo? —pregunta y yo levanto las manos al aire.

—Cada uno de mis amigos. Estábamos almorzando y Xavier estaba allí, mirándome fijamente y todos mis amigos me advirtieron que me mantuviera alejada de él. ¿Es eso lo que quieres para mí? ¿Involucrarme en una vida de crimen? —le pregunto y ella suspira.

—Queremos mantenerte a salvo. Tan pronto como tu padre deje su puesto, serás un blanco fácil y solo queremos mantenerte viva —dice y yo la miro confundida.

—¿Qué tiene que ver casarme con Xavier con mantenerme viva? —El silencio cae entre nosotras antes de que ella me haga un gesto para que me siente.

—Está bien, tienes que escucharme. Tu papá no es solo el CEO de su empresa, también es un hombre muy peligroso —dice y yo me río.

—Papá puede ser intimidante, pero no llegaría a decir que es peligroso —le digo, pero ella no se ríe conmigo y pierdo mi sonrisa.

—Tu papá es un jefe de la mafia, cariño, y Zachary es su mano derecha. Xavier no solo va a tomar su lugar en la empresa, sino que también va a tomar su lugar en la mafia y eso está molestando a mucha gente —dice y yo la miro con asombro.

—Pero es mi papá. Solo es mi papá —murmuro y ella niega con la cabeza.

—Nunca ha sido solo tu papá, cariño. Nunca ha sido solo mi esposo tampoco. Esta es nuestra vida —explica y yo niego con la cabeza.

—Esta puede ser tu vida, pero no es la mía. No quiero esto, no quiero nada de esto —le digo y ella suspira.

—Me temo que ya no se trata solo de lo que tú quieres. Te hemos dado todo lo que querías en la vida y ahora te estoy pidiendo, rogándote que nos des esta única cosa. No estoy tratando de arruinar tu vida, solo quiero mantenerte a salvo —dice y las lágrimas que se han estado acumulando en sus ojos caen por sus mejillas—. He intentado tan duro mantenerte a salvo, mantenerte alejada de todo esto, pero nunca iba a durar mucho. Lo sabía y aun así lo intenté. Tu papá quería decírtelo, tantas veces, pero eras tan pura y no quería mancharte —dice y yo niego con la cabeza.

—Me has estado mintiendo toda mi vida y ahora se supone que debo estar bien con esto y casarme con un hombre que no conozco? —le pregunto.

—No tienes que estar bien con ello. Solo tienes que tomar la decisión correcta aquí —dice y sé exactamente a qué se refiere. Casarme con Xavier o morir.

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