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Cierva

—¡No me gusta cómo me mira, es raro! —Kai caminaba de un lado a otro en la sala de estar de Jordan.

Jordan sonrió con malicia.

—¿Y qué tiene de raro, Kai?

Kai lo miró como si estuviera loco.

—¡LO HAS VISTO! Es toda dulce y sus ojos se ponen grandes y suaves. Parece...

—¿Genuino?

Kai entrecerró...