Roadhouse
Día presente - Dos años después
—¿Ojos azules... estás lista? Ellos estarán aquí así que...— Las palabras de Alexus se detuvieron al ver la figura de Demetri en la cama con una bata de seda roja.
Él le sonrió con picardía. —Hola, Pequeña.— Movió su pequeña bata. —Ha pasado un tiempo desde que tuvimos un momento a solas.— Su pequeña pierna se deslizó sobre la otra. —Y pensé que tal vez... te interesaría ver lo que un Primus lujurioso puede hacer.
—¿Un Primus lujurioso, eh?
Él asintió. —Y si esto no te está funcionando...— Rodó hacia el otro lado y levantó la bata de su pequeña pierna. Con una ceja levantada, la miró con suficiencia. —¿Qué tal ahora? ¿He desbloqueado la caja de Pandora?— Alexus se rió, y él también. —Me alegra tanto que te haya hecho reír. Sé que mañana es un día difícil.
Él se movió y ella lo abrazó fuertemente. —Gracias. Realmente necesitaba esa risa.— Señaló la pequeña bata en la cama. —¿De dónde demonios sacaste eso, de todos modos?
Él se rascó la nuca. —Ya no estoy prohibido en la tienda sobrenatural. Fui sin Sterling y en realidad la pasé bien.
Ella sonrió. —Lo amas mucho.
—Sí, pero maldita sea si no me saca de quicio.
Alexus rodeó su cuello con las manos. —¿Más que Scott, el no hechicero?
Demetri resopló. —Nadie puede molestarme más que él. ¿Sabes? Casi lo mutilo el otro día. Stacy le dijo que me encanta la fruta, así que me envió un arreglo comestible, el maravilloso hijo de puta. Y encima tenía la osadía de tener fruta recién recogida. Aparentemente, lo pidió especialmente para mí. Con una nota que decía Para mi amigo y Primus-señor. Fue tan malditamente considerado que casi lo estrangulo de felicidad cuando lo recibí.
Alexus se rió, sacudiendo la cabeza. —Stacy y Scott están casados, Ojos Azules, por favor sé amable con él.
Él intentó sonreír, pero se convirtió en un gruñido. —Me exaspera y, sin embargo, me siento positivamente emocionado por nuestro próximo viaje al almacén de Ikea.
Riendo, Alexus se movió en su cama y señaló sus pequeños dedos. —¿Tal vez puedo hacerte olvidar eso?— Voló y rozó su cara. —¿Esto te está funcionando?— Los ojos de Demetri brillaron de diversión mientras ella volaba hacia atrás y colocaba sus alas en sus caderas. —¿Qué tal ahora, señor Primus? ¿He desbloqueado la caja de Pandora?
Metiéndose un trozo de pollo en la boca, Sterling continuó hablando. —Sí, entonces le dije que no puedes presentar una demanda porque usaste el juguete al revés.— Se burló. —Ni siquiera estoy seguro de cómo alguien podría usarlo de esa manera, pero tuvo suerte de que no la volara por toda la habitación.
Rachel se rió. —¿Y qué dijo ella?
—Le dije que se lo llevara a casa, lo usara de la manera CORRECTA y viera si todavía quería demandar. Hoy temprano, estaba afuera de mi oficina sudando con el cabello desordenado y cuando le pregunté cómo había sido su noche, dijo olvídate de la demanda y se fue completamente desconcertada.
La risa llenó la habitación, y Sterling se centró en Demetri. Al ver al lobo sonreírle, el vampiro inmediatamente se enfureció.
—¿Qué, Sterling? Sé que estás a punto de molestarme.
Sterling se encogió de hombros. —Ni siquiera sabes lo que estoy a punto de decir.
Demetri apretó los dientes. —¿Qué.es?
Agitando las manos, Sterling señaló el castillo. —Sólo me pregunto... ¿cómo puedes permitirte todo esto? No tienes un trabajo, al menos uno al que te haya visto ir.
Demetri lo miró fijamente. —Literalmente soy un multimillonario como tú, Sterling... Tengo un trabajo.
Comiendo un panecillo, Sterling se rió. —Bueno, mierda, ¿puedes decirle a la clase cuál es? Jordan y Elijah lograron de alguna manera hacer una fortuna siendo mirones, mientras que mi increíble yo hace cosas que envían a las damas a la luna.— Su rostro se enrojeció al ver a Morgan mirarlo fijamente. Aclaró su garganta. —Yo... sólo estaba bromeando.
Demetri se burló. —Un día aprenderás a callarte la maldita boca.
—Y un día aprenderás a conseguir un maldito trabajo.
—¡TENGO UN TRABAJO!
—Ohhh, irritable, irritable, en serio, ¿qué haces? Y no digas ser un Primus porque nunca he recibido un cheque por ser un Alfa.— Se volvió hacia Jordan y arqueó una ceja. —Espera... ¿lo recibimos? Porque si es así, alguien ha estado jugando con mi dinero y hay tres cosas con las que no juego: mi dinero, mantener todo este atractivo para Caperucita Roja y amar a mi Harper E.
—No me hables, Sterling.— Jordan resopló y los labios de Sterling se separaron.
—Oh, ¿todavía estás enojado, eh? ¡Dije que lo sentía!
Jordan lo miró con furia. —¿Por cuál parte? ¿¡PERDER mis trajes o PERDER mi coche?! ¿Qué demonios estabas haciendo con mis cosas?
Sterling se apoyó en el hombro de su hermano. —Pensando en ti.
—¡QUÍTATE DE ENCIMA!— Jordan resopló empujándolo y Sterling puso los ojos en blanco.
—Bien, saca tu ábaco, Viejo Río, y suma cuánto te debo.— Inclinó la cabeza. —Y déjame saber si lo quieres en billetes de dólar o en siclos.
Jordan envolvió sus manos alrededor del cuello de Sterling. —¡TÚ, MALDITO BOCÓN!
—¡DIJISTE QUE NO ME ABUSARÍAS MÁS EN LOS EVENTOS FAMILIARES!— Soltando a Sterling, Jordan lo miró con furia antes de volver a su comida, ignorando la cara de enojo de su hermano. —Tienes un maldito descaro. ¡Vas a estrangularme POR AMARTE! ¡APUESTO QUE SI FUERA ELIJAH NO ME DIRÍAS QUE ME QUITE!
Elijah lo miró con los ojos muy abiertos. —¡¿POR QUÉ ESTOY INVOLUCRADO EN ESTO?!
Él dejó escapar un gruñido. —¡TÚ SABES POR QUÉ!— Morgan miró a Rachel y Alexus, quienes llevaban la misma pequeña sonrisa que ella, sabiendo que la próxima discusión mezquina las haría reír hasta no poder respirar. Levantándose de la mesa, Sterling señaló a Elijah. —¡Ustedes dos se fueron de viaje sin mí!
Jordan suspiró. —Era una conferencia de trabajo, Sterling. Ya lo sabes. Además, tú y Demetri se van de viaje todo el tiempo y no me importa.
Sterling entrecerró los ojos tan fuerte que apenas podía ver. —¿Qué demonios quieres decir con que no te importa? ¿Estás diciendo que no te molesta que pase tiempo con alguien que ni siquiera tiene trabajo? Wow... sabes qué, no me importa que salgas con alguien cuyo trasero es más plano que Kansas. ¿CÓMO SE SIENTE?
Con los ojos enrojecidos, Demetri se levantó y siseó. —¡TENGO UN MALDITO TRABAJO!
—¡ESTO NO ES CONTIGO, INÚTIL! Estoy teniendo una conversación A y B con mi hermano. Así que, ¿por qué no tú y el Señor Planicie se ocupan de sus asuntos?— Se volvió hacia Alexus. —Lexy, no le des más de tus encantos a su trasero de 4000 años SIN TRABAJO, ya sabes lo que dicen. Los chicos SIN TRABAJO no merecen no pu-
Demetri lanzó un trozo de pollo, golpeando a Sterling fuerte en la cara. —¡TÚ, MALDITO BOCÓN!
—¡NO ME GOLPEES CON MALDITA AVE!
Exhalando bruscamente, Demetri se volvió hacia Jordan. —¿Quieres saber lo que REALMENTE pasó con tus cosas? Sterling se puso celoso y las puso en tu coche y ¡LAS HIZO EXPLOTAR! Dijo que iba a Esperar para Exhalar tu trasero infiel.
Los ojos de Sterling se agrandaron y resopló. —¡HIJO DE PUTA!— gruñó, retrocediendo inmediatamente de la mesa.
—¡¿QUÉ HICISTE?!— Jordan gritó mientras se levantaba y caminaba hacia él; sus ojos brillando intensamente.
Sterling miró a Morgan. —Caperucita Roja... ¡dile que no me mate!
Ella negó con la cabeza. —En realidad, te mereces esta, Sterling.
Mirando de nuevo a su hermano, Sterling golpeó el pie y gimió. —¡NO ME ESTRANGULES POR AMARTE TAN AGRESIVAMENTE COMO LO HAGO!
—No voy a estrangularte.
—Oh, gracias- ¡MALDITO INFIERNO!— Sterling gritó cuando Jordan giró y lo pateó fuerte contra la pared. Deslizándose por ella, lo miró salvajemente. —¡¿QUÉ DEMONIOS, NINJA ASESINO?!— Se levantó y se sacudió el polvo mientras Jordan ajustaba su traje.
—Quiero que todos mis artículos sean reemplazados para mañana.
—¡OH DIOS MÍO!— Rachel gritó, ya no pudiendo contener su risa.
—¡Jordan Wolf-Norris!— Alexus gritó y las tres mujeres rieron más fuerte.
Demetri se rió a carcajadas, incapaz de detenerse. —Sterling... ¿ahora quién golpeó la pared como-umph?— Se carcajeó. —Uf, Pequeña, por favor ayúdame a ir a la cama, esto comenzó como una cena y terminó como una escena de Roadhouse.